Equilibrio de factores para tiempos difíciles

Equilibrio de factores para tiempos difíciles

Una combinación de medidas monetarias y financieras para imprimir vigor a la economía y de política de gastos públicos que activan consumos ha estado en marcha con buenos resultados al tiempo que el Estado asume múltiples obligaciones asistenciales por el impacto de una pandemia sin parangón con secuelas que devoran recursos más allá de la disponibilidad ordinaria del Fisco.

Se ha hecho fluir como contrapeso un caudal de fondos para activar labores productivas y recuperar empleos, contrarrestando el impacto a nivel nacional por casi dos años de una terrible enfermedad.

Están sumadas a las dificultades internas los trastornos que de fuera llegan como escasez y extraordinarias alzas de costos en bienes terminados, materias primas y transporte marítimo. Este es tres o cuatro veces más caro que en todo tiempo pasado.

Se trata de un salvamento que incluye la posibilidad de generar efectos secundarios en forma de inflación en la época del año en que más se acelera la demanda. Un bumerán que entonces haría perder valor al dinero.

Contra esa posible consecuencia fue que, con respaldo de los agentes económicos y voceros de opinión, el Banco Central elevó en 0.5% la tasa básica del sistema advirtiendo a continuación que el alza no aplica para los valores que inyectó de emergencia a la banca para préstamos a sectores productivos. Las entidades, además, están comprometidas a transferir con prudencia la elevación al resto de sus créditos.

Mantener en límites razonables los efectos del auxilio crediticio

Preservar el equilibrio en el curso ascendente de la economía

La inversión privada, incluso la extranjera, ha ido a muy buen paso

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