DAJABÓN. Aristí Franderly, de 15 años, internado en el hospital Matías Ramón Mella, acababa de salir de un colegio en Puerto Príncipe, donde estudia la secundaria. Apenas faltaban segundos para llegar a su casa, en Delmas.
Vio cómo se derrumbaba todo a su alrededor y luego cayó atrapado por una pared que se desplomó no se de dónde, despertó en un refugió herido y con cientos de compueblanos.
Pregunté que pasó, es más, sabía que algo grande había pasado pero no me imaginé que hubiera temblado la tierra. Pregunté por mi casa, mi abuela, la escuela y me dijeron que mi escuela colapsó y que murieron muchos estudiantes, muchos, expresó Franderly mientras su padre Aristi Ly-Jarge traduce.
Franderly explicó que vivía en una casa con sus abuelos y un primo y que todos murieron al derrumbarse.
Ly-Jarge, cuenta que su hijo vivía en Puerto Príncipe con sus abuelos porque él fue nombrado profesor en la escuela pública de Ouanaminthe (Juana Méndez), donde vive con la madre del menor.
Narró que la noche del sismo vivió momentos de angustia porque no pudo comunicarse con sus familiares y que no fue hasta el otro día cuando un primo de su esposa que es guardia lo llamó para informarle que necesitaba que fuera a buscar al niño a Bonaire para que se lo llevara a un lugar seguro.
La llamada fue como a las 8:00 de la mañana, yo pensé lo peor, pero entonces me dice que el niño está herido que lo llevaría a Bonaire, para que yo lo fuera a buscar. Me dijo que todos los demás familiares murieron atrapados. Fui a buscarlo y lo traje a este hospital en donde me lo han tratado bien. Este es un milagro, sostiene Ly-Jarge.
Cuatro pacientes
El director médico del centro, Víctor Moya, dijo que cuatro pacientes más han sido ingresados. Explicó que inmediatamente se supo de la tragedia, Salud Pública envió medicamentos para suplir todas las necesidades. Nosotros estamos preparados y de hecho hemos atendido a los que han llegado, todo el personal médico esta laborando 24 horas para darle ayuda a los hermanos haitianos.