El aseo en la adolescencia, un dolor de cabeza para los padres

El aseo en la adolescencia, un dolor de cabeza para los padres

Generalmente en la edad de 11 a 13 y por encima de ésta,  etapa denominada como de la pre adolescencia y la adolescencia, el aseo es un factor  preocupante entre a los  padres de  los  “teennager”.

La costumbre de no querer higienizarse en la etapa de la adolescencia puede corresponder a diferentes causas, tanto psicológicas como de rebeldía para llamar la atención de los demás.

Visión de una experta. A propósito del tema consultamos  a la psicóloga clínica infanto-juvenil Roxanna González, quien explicó a ¡Vivir! que en este período de la pre adolescencia y la adolescencia en sí esta conducta es muy común.

“Es algo que a mí me da mucha risa, porque los padres vienen a consulta y me dicen, ‘Mi hijo no se baña, no se cepilla, etc’ ,  entonces cuando les explico     que es algo común en estas edades, especialmente en la pre adolescencia que es entre los 11 y 13 años de edad, se sienten mejor” .

Esa actitud, reflejada en la higiene, básicamente  personal, es producto de que en el período de la adolescencia  ellos se sienten incomprendidos,  actúan y creen  que  viven  en otro planeta;  “creen que   mamá,  papá, nadie los entiende y utilizan la  higiene para llamar la atención”, señala.

“Ellos saben que cuando tengan mal olor, entonces la madre o el padre les llamará a la atención y entonces  ellos sentirán que  sí existen y son tomados en cuenta”, añade.

Este puede ser uno de los casos, indica Roxanna González, pero también puede ser porque debido a la etapa propia de la pre adolescencia y la adolescencia, ellos estén en un estado depresivo y  realmente  no tengan deseo de bañarse, cepillarse, recortarse el cabello o  cambiarse la ropa.

“Cuando una persona está en un estado depresivo  no siente deseos de bañarse, pararse de la cama, no le importa su aspecto personal, no le importa absolutamente nada, y esto puede estar ocurriendo con los adolescentes”.

Esta conducta, también,  puede ser causa de que  pertenezcan a algún grupo social determinado, y por ende pueden demostrarlo tanto con  rebeldía, no higienizándose,  como vistiéndose con una moda en particular, o color específico.

“Los padres deben estar alertas a esto, porque cuando se trata de estos grupos es algo mucho más peligro y complicado  para sus hijos”, advierte.

González precisa, sin embargo, que no quiere decir que de adulto una persona que en la adolescencia no se higienizara siga siendo así, porque esto es pasajero.

Cómo manejar esta situación

Refiere que es un tema complejo, pero que cuando hay comunicación en el hogar, generalmente esto no sucede.

“Cuando los padres se comunican con sus hijos y les dicen con amor y cariño ‘papito o  mamita, mira tú tienes que bañarte, yo me baño, tu papá se baña y tus amigos, si te higienizas todos los días conseguirás  incluso que hasta  las niñas se fijen en ti”.

Afirma que cuando haya una comunicación efectiva el hijo le  dice al padre por qué dejó de bañarse en la noche anterior, o le asegura que se bañó, pero que  huele mal porque el desodorante no le está funcionando,  o cualquier otro argumento. Entonces el padre le ayudará a solucionarlo.

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