Feria del Libro 2022 incentiva el turismo literario en la Ciudad Colonial

Feria del Libro 2022 incentiva el turismo literario en la Ciudad Colonial

Un libro mueve al hombre. Más allá de despertar su imaginario y llenarlo de historias, un libro despierta la necesidad de conocer, de aprender, lo cual se convierte, de por sí, en una experiencia en el mundo real.

Así, por ejemplo, al leer a Victoria Curiel, en su artículo La Cafetera, un icono de la calle El Conde, en el que describe la dinámica del espacio que ha acogido durante décadas a representantes de las artes y las letras del país y muestra el comportamiento de algunos de los personajes asiduos al lugar, el lector se queda, inevitablemente, con la curiosidad de conocer este lugar y sus “únicas y pintorescas” historias.

Esa es la razón por la que muchos han querido conocer Macondo, o este país, en el mismo trayecto del sol, o aquel hogar de don Quijote. Quizás a algunos les provoque participar en una peña en La Cafetera.

En ese punto radica el turismo literario, una de las variantes del turismo cultural, cuyo origen se remonta a la época romana.

Cada año, millones de personas se mueven dentro de las fronteras de sus territorios o hacia otros fuera de ellas para visitar lugares o conocer la riqueza cultural de diferentes pueblos, inspiradas en la lectura de algún texto o en la vida de alguno de sus autores favoritos.

Además de estas visitas, que son el resultado de una decisión personal por razones muy particulares, las ferias de libros también son actividades, dentro del turismo literario, que incentivan el mercado editorial y la economía local.

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Libros

Esta 24ta Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2022 (FILSD), dedicada a los escritores dominicanos Carmen Natalia y Pedro Peix, ha sido concebida y realizada tomando en cuenta esos criterios.

Su lema, “Ven al libro”, es una invitación que encierra toda la riqueza de infinitos mundos, que muy probablemente los lectores quieran llegar a conocer.

“Hay ferias que tienen la capacidad de convertir ciertas ciudades en destinos turísticos”, afirmó el escritor Rey Andújar, citando como ejemplos las ferias de Guadalajara, Bogotá y Francfort.

“Si bien hay que decir que estas ciudades en sí mismas son atractivas y tienen mucho potencial, también hay que resaltar que una feria del libro le da un carácter de turismo cultural sin precedentes”, aseguró Andújar, quien también es el productor general de la Feria Internacional del Libro 2022.

En su opinión, aunque la FILSD ya cuenta con cierta trayectoria, todavía tiene muchas oportunidades para explotar aspectos vinculados al turismo cultural, tanto para quienes viajen con ánimo de participar en la feria, como para turistas que se encuentren ya en el país y puedan aprovechar este gran evento.

Al realizarse en la Ciudad Colonial, esta feria cuenta con todos esos elementos. Además, resaltó los beneficios que para la economía local representa la presencia de los más de cien escritores internacionales que participan.

“El escritor que viene y visita, también utiliza el espacio y las facilidades: restaurantes, hoteles, taxis, etc.”, afirmó Andújar, al indicar que “este es un futuro visitante potencial.

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Actividades

En la medida que se enamore de nuestros atributos culturales y turísticos y recuerde la buena experiencia, el país será una opción cuando vaya a reservar o a calendarizar una vacación en el futuro, solo o en familia”.

Su reflexión lleva a uno de los puntos neurálgicos de una feria del libro: la programación, que es un aspecto fundamental para captar el interés de este turista, porque, dependiendo del tipo de autores y de la diversidad de actividades, puede ser más o menos atractiva.

Asimismo, el programa debe ser concebido tomando en cuenta la naturaleza híbrida de la feria, es decir, como instrumento de promoción y fomento de la lectura y como plataforma de negocio, cuyos públicos son distintos.

Otro elemento importante es la promoción del destino como atractivo turístico, lo que podría incluir alianzas con medios de comunicación, agentes de viajes y otros actores.

La Ciudad Colonial, como recinto ferial, permite estructurar un programa que conjugue las actividades propias de este tipo de eventos e involucrar a las instituciones y comercios que operan allí, así como a sus habitantes, lo cual representa una fortaleza frente a otros espacios.

De este modo, un visitante de la FILSD tiene la oportunidad de aprovechar, además de la programación literaria y cultural en general, los numerosos monumentos históricos, museos, parques, tiendas de recuerdos, gastronomía y una infinidad de opciones más.

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