El presidente de la Junta Central Electoral, Julio César Castaños Guzmán, afirmó ayer que los cambios constitucionales en el régimen de los partidos políticos y las nuevas figuras legislativas y municipales de elección popular, podrían quedarse en el plano enunciativo u ornamental si las leyes a que están sujetas no se aprueban antes del 15 de febrero. Aludía a la Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas.
El presidente de la Junta Central Electoral (JCE), doctor Julio César Castaños Guzmán, afirmó ayer que los cambios constitucionales en el régimen de los partidos políticos, así como las nuevas figuras legislativas y municipales de elección popular, podrían quedarse en el plano enunciativo u ornamental si las leyes a que están sujetas no se aprueban antes del 15 de febrero.
Señaló que en lo inmediato se necesita una ley para la distribución de votos en la elección de los cinco diputados nacionales y recordó que para la aprobación de las leyes atinentes al régimen electoral requiere de una mayoría calificada de las dos terceras partes de los presentes en ambas cámaras legislativas, situación que afirmó, si bien asegura por la mayoría necesaria una amplia representación de las bancadas legislativas, no menos cierto es que esto podría ser eventualmente un obstáculo para su aprobación oportuna.
La JCE debe dar por el imperio de la ley la proclama electoral, no menos de 90 días antes de las próximas elecciones, vale decir, en esta ocasión, a más tardar el 15 de febrero, de donde se puede colegir la probabilidad de que no votándose la legislación a que alude la Constitución en tiempo oportuno, se difiera para más adelante la aplicación de tan importantes disposiciones, dijo Castaños Guzmán.
Agregó que la Carta Magna sustenta la conformación y funcionamiento de los partidos en la democracia interna y la transparencia, y los fortalece cuando habla de los representantes de la segunda mayoría de los partidos diferentes al de los presidentes de las cámaras legislativas.
Es una verdad de a puño que de no materializarse la ley de partidos y agrupaciones políticas, estas reformas podrían quedarse en el plano enunciativo u ornamental, sostuvo.