ONU acusa Israel violar derecho humanitario

ONU acusa Israel violar derecho humanitario

BEIRUT  (AFP).-Un alto responsable de Naciones Unidas culpó a Israel de “violar el derecho humanitario” en Líbano, mientras las iniciativas para obtener un alto el fuego se multiplican -aunque por el momento sin éxito- tras la ocupación por tropas israelíes de una aldea libanesa del sur del país.

En el duodécimo día de conflicto entre Israel y el movimiento chiita libanés de Hezbolá, que secuestró el 12 de julio a dos soldados israelíes, el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Jan Egeland, culpó al Estado hebreo de “violar el derecho humanitario”.

“Se trata de la destrucción de zonas residenciales, edificio por edificio (…) es una utilización de la fuerza excesiva en una zona con tantos ciudadanos”, declaró Egeland, tras visitar los barrios del sur de Beirut. A la pregunta de si se pueden calificar de crimen de guerra los ataques israelíes que arrasaron la periferia sur de Beirut, Egeland dijo que “es una violación del derecho humanitario”.

Por su parte, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, se mostró favorable al despliegue de una fuerza militar “formada por países de la Unión Europea” en Líbano.

“Israel está de acuerdo en estudiar el despliegue de una fuerza con capacidad militar y una experiencia de combate que estaría formada por estados de la Unión Europea una vez que se fije su mandato”, dijo Olmert. Pese a estas declaraciones, el balance de víctimas de la ofensiva israelí en Líbano volvió a aumentar este domingo, así como los temores a una ofensiva terrestre del Estado hebreo en el sur del territorio libanés.

Once personas murieron, entre ellas ocho civiles, y 56 resultaron en suelo libanés, mientras que en Israel, dos personas fallecieron y tres sufrieron heridas graves en la ciudad de Haifa (norte) al estallar un cohete disparado desde el sur de Líbano por Hezbolá.

En total, en Líbano han perdido hasta ahora la vida 361 personas -318 civiles y 26 militares- y en Israel 37, 17 civiles y 20 militares.

En cuanto a Hezbolá, el partido chiita aceptó que el gobierno libanés negocie un intercambio de prisioneros con Israel, según anunció este domingo el presidente del Parlamento de Beirut, Nabih Berri.

El ministro libanés de Relaciones Exteriores, Fauzi Saluj, propuso que “la ONU o una tercera parte amiga examine un intercambio de prisioneros”.

Saluj, cercano a Hezbolá, indicó que los dos militares secuestrados “gozan de buena salud y se encuentran en un lugar seguro”.

“Que los israelíes acepten un alto el fuego y ello será seguido por un intercambio de prisioneros”, aseguró Saluj.

Sin embargo, la situación en el terreno parece demasiado complicada para que el conflicto se pueda solucionar de forma rápida, a pesar de los llamamientos al alto el fuego de buena parte de la comunidad internacional.

Israel, respaldado por el apoyo de Estados Unidos, no quiere perder la oportunidad de acabar con Hezbolá, al que considera como una organización terrorista, y de reducir la influencia en la región de Irán y Siria.

El domingo, los bombardeos de la aviación israelí tomaron como blanco a ciudades y bastiones de Hezbolá en el este y el sur de Líbano, así como los suburbios del sur de Beirut.

Asimismo, unidades israelíes tomaron el control el sábado por la noche de la aldea de Marun al Ras, situada a unos 900 metros de altura, que controla los alrededores de las regiones de Nabatiyé y Tiro, dos grandes ciudades del sur de Líbano.

Estados Unidos mantiene su apoyo total a Israel después de esta incursión terrestre, la más importante desde que comenzaron las hostilidades.

“Nosotros mantenemos nuestra posición. Israel tiene derecho a defenderse”, afirmó el portavoz de la Casa Blanca, antes de que la secretaria estadounidense de Estado, Condoleezza Rice, viaje al Estado hebreo, donde es esperada el lunes.

Esta actividad militar hace temer a los lugareños una operación terrestre de gran envergadura, similar a la del verano de 1982, cuyo objetivo era expulsar de Líbano a los combatientes palestinos de Yasser Arafat.

En medio de este clima de tensión, Siria endureció su discurso y amenazó con “entrar en el conflicto” en caso de que Israel invada Líbano y criticó la visita a la región de Rice.

“Si Israel entra en Líbano por vía terrestre pueden llegar a situarse a 20 km de Damasco, ¿qué vamos a hacer, quedarnos de brazos cruzados? Absolutamente no. Sin duda, Siria intervendrá en el conflicto”, declaró el ministro sirio de Información, Moshen Bilal, en una entrevista con el diario español ABC.

El miedo provocó en los últimos días un éxodo de más de medio millón de libaneses del sur hacia regiones que consideran más seguras.

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