CULTURA Y SOCIEDAD
Un viaje al corazón cultural de España

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Los últimos días del año 2009 y los primeros del 2010 constituyeron una experiencia memorable y diferente a las miles de personas que se paseaban por las calles, museos, restaurantes y plazas públicas de la capital de España.

Madrid, generosa ciudad, es un espejo en el que se refleja la grandeza de una cultura milenaria que se ha mantenido en pie, no solo en la belleza de sus estructuras arquitectónicas, sino también por su especial manera de mantener vivas las tradiciones.

Cuando hablamos de estas nos referimos a su cultura social, a su gastronomía, literatura, música y al simple hecho de saber ser y estar que ha caracterizado a los españoles.

Con la ilusión de entrar en contacto con esa vieja y querida ciudad que es Madrid, nos fuimos a pasar en ella el fin de año.

Hay que decir que Madrid tiene un nuevo estilo de recibo y atención. Sus ciudadanos son  más agradables y dan mejor tratamiento a los visitantes que en los 90´s   y principios de los  2000. Encontramos una población más abierta a recibir visitas en casa, menos rechazo a los latinoamericanos y no escuchamos ni una sola vez la palabra, acentuadamente despectiva; Sudaca.

Desde que se sale del aeropuerto Barajas se siente el frío que impera en este invierno de lluvia, vientos fuertes y nieve que ha tomado por asalto y sorpresiva alegría no solo a Madrid sino también al resto del país.

Eso, por supuesto no impide que miles de personas caminen por la Gran Vía, La Castellana  o Sol. Van y vienen  de una tienda a otra, o de un lugar a otro, con sus bolsas de tiendas de marcas (Corte inglés, Zara, H&M) o de supermercados como Carrefour.

Tampoco que todas las tascas estén repletas de comensales que toman caña, vino o un sabroso mojito de fresa en el Café del Príncipe, en Canalejas.

Con sus tapas típicas, por supuesto, desde una tortilla española hasta unas singulares orejas. En ese ambiente de vaivén, los taxis, los autobuses -que  guagua es aquí-, el metro, funcionan a la perfección para cada distancia y euros que se esté dispuesto a pagar. 

Los taxis, siguen siendo ideales para viajar a poca velocidad -así el marcador indetenible aumenta más el costo-, disfrutar de los distintos paisajes urbanos con conciencia verde y para escuchar lo que ellos escuchan en radio.

Exposiciones.  En esta capital cultural de la lengua española, hay que tomar decisiones rápido sobre lo que se quiere hacer y cómo hacerlo. Para esto, lo mejor es comprar los periódicos -son tantos- y la Guía de ocio.

Luego  elegir entre tantas posibilidades de cine, teatro, museos, bares, restaurantes y discotecas.

Nos decantamos en primer término por los museos. Conversamos con el pintor dominicano, residente por más de 30 años en Madrid, Alonso Cuevas, para hacer esta necesaria visita.

Primero Caixa Forum, donde conocimos los aportes a la arquitectura de Palladium a través de más de 200 obras con las que recorrimos su trayectoria artística.

Luego, a un par de cuadras caminando, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía . Allí nos enteramos de que los periodistas con carnet, no pagan los 6 y 3 euros que cuesta la entrada -dependiendo si se van a ver las exposiciones permanentes y la temporales, o sólo una de estas.

De las siete opciones que tenía en ese momento, elegimos ver “Encuentros de Pamplona. Fin de fiesta del arte experimental”, en el que recorrimos artistas, obras y propuestas que aún hoy marcan las tendencias en collage y performance en todo el mundo.

Luego visitamos la exposición del artista Belga  Georges Vantorgerloo, con 80 obras en las que distinguen sus esculturas abstractas y minimalistas, pero que sin embargo logran un gran impacto visual.

El 5 de enero, que aquí es una fiesta importante y que impacta a toda la población, sobre todo la infantil, es la celebración del Día de Reyes, con toda una parafernalia que incluye cierre de calles, se monta alrededor del Desfile de los Reyes Magos, con un recorrido que incluye paradas con distintas muestras de animación hasta llegar a la Plaza Cibeles, donde miles de familias esperan ver a estos personajes de la cristiandad.

Fuimos de Canalejas caminando hasta el Círculo de Bellas Artes donde visitamos la Librería Antonio Machado y las exposiciones de Win y Donata Wenders, de fotografías. La de Marie Raymond y su hijo Yves Klein y otra sobre la ciudad francesa Tolouse, donde se refugiaron los españoles durante la dictadura de Francisco Franco.

De la Cibeles, al Prado, dos cuadras de  placentero recorrido. Luego entrar a ese museo añorado y encontrarse con los grandes maestros de la pintura española (Velázquez, Murillo, El Greco) y de ahí todos los demás, ampliada con la muestra  “Holandeses en el Prado que estará hasta el 11 de abril. También recorrimos Chueca y Fuencarral.

En síntesis

Segovia

Curiosamente dentro del recorrido por  Segovia nos encontramos con una callejuela que llamó nuestra atención por su nombre: Calle de los Desamparados. Decidimos caminarla hasta encontrarnos con la Casa Museo del gran poeta español Antonio Machado (el mismo de Nanas de la Cebolla, que canta Joan Manuel Serrat). Era en este espacio donde el poeta comía y compartía con otros contertulios. Una delicia probada de esta ciudad fue su  cochinillo al horno.

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