El Ministerio de Educación citó ayer entre las causas de los retrasos en las cubicaciones para la construcción de nuevas escuelas, las trabas burocráticas que imponen tanto la Contraloría General de la República como la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
Sobre las acusaciones de que en Educación se ponen trabas a los contratistas para volver al método viejo y abandonar los concursos, fue calificada como una insensatez. En el ministerio se explicó que entre las razones que motivan a la Contraloría a devolver los libramientos a los contratistas figuran la falta de comprobantes que indiquen que el suplidor está al día en el pago de sus impuestos y sus obligaciones tributarias con la Tesorería de la Seguridad Social, y que los expedientes tienen hojas tachadas, y no tienen anexa copia de factura de suelo.
El arquitecto Julio Peña, coordinador general de la Unidad de Fiscalización del PNEE, informó que, en coordinación con las instituciones vinculadas, trabaja para dinamizar los procedimientos a fin de superar las trabas que imponen las regulaciones y agilizar los pagos a los contratistas. Al respecto precisó que en el proceso de aprobación de las cubicaciones de las obras hay una serie de regulaciones cuyo cumplimiento es vigilado por la Contraloría de la República, que se convierten en trabas e impiden el flujo adecuado de los recursos y que los contratistas reciban sus pagos a tiempo.