El Centro Bonó se ha convertido en una de las instituciones de mayor credibilidad y garantía para sectores empresariales, comerciales y particulares interesadas en hacer donaciones a Haití afectado, por el terremoto que el día 12 causó la muerte y heridas a miles de seres humanos.

Las ayudas son constantes desde el mismo día de la tragedia y no ha permitido ni descansar a los empleados tanto del Centro Bonó como a los del Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes.

Digna María Adames, directora del Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes,explicó que por primera vez ha visto tanta solidaridad de todos sectores, pobres, ricos, empresarios, transportistas interesados en contribuir con la causa haitiana.

Puso como ejemplo a empresarios que no idenificó, propietarios de un almacén en el kilómetro 23 de la Autopista Duarte, que además de facilitar las instalaciones han hecho lo mismo con los empleados que trabajan desde las 8:00 de la mañana hasta las 11:00 de la noche recibiendo y despachando mercancías.

Explicó que las donaciones son llevadas a un centro de acopio en Barahona y desde ahí se trasladan a Puerto Príncipe, principalmente en convoy que parten desde Jimaní a la 7:00 de la mañana y a las 2:00 de la tarde, todos los días.   

La trabajadora social sostuvo que para llevar las cuantiosas ayudas se diseñó una plataforma por tres frentes: Jimaní-Puerto Príncipe; Pedernales-Jacmel y Dajabón-Cabo Haitiano por donde se canalizan las ayudas a todas las comunidades afectadas por el terremoto para que lleguen hasta todos los necesitados.