¡Confirmado!.- Entonces es verdad. A Venezuela ha dejado de interesarle, por las razones que sean, ser socio del gobierno dominicano en la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa). A esa conclusión puede llegarse luego de escuchar al Secretario sin Cartera Miguel Mejía, conocido enllave del presidente venezolano Hugo Chávez Frías, sugerirle al gobierno que le venda el 49% de las acciones de Refidomsa a un país productor de petróleo como Brasil o México, aunque el propio Mejía insistiera, sin mucha convicción por cierto, en que el gobierno venezolano todavía no ha notificado de manera oficial que haya desistido de la cacareada operación de compra.
Parece que el subconsciente, siempre travieso, traicionó al funcionario, pues si fuese verdad que el Comandante de la Revolución Bolivariana estuviera interesado aún en ser nuestro socio no estuviera haciendo propuestas públicas sobre su venta a otros posibles socios, lo que de paso aprovechó para exhibir sus prejuicios ideológicos contra los voraces empresarios locales, a los que niega el derecho de adquirir esas acciones debido a que solo piensan en sus propios intereses en desmedro del supremo interés nacional.
Suerte que no todo el mundo en el gobierno siente tanta animadversión hacia los empresarios y, por vía de consecuencia, hacia el sistema de libre empresa sobre el que se sustenta la economía dominicana, pues al fin y al cabo tal vez sean esos voraces empresarios los únicos dispuestos (a cambio del legítimo lucro, desde luego) a sacarle las castañas del fuego al gobierno, que de alguna parte tendrá que sacar los US$131,5 millones de dólares que incluyó en el Presupuesto Nacional por concepto de esa venta, tras el descortés plantón del inestable y volátil Comandante.