Estábamos ahí. El milagro que nos une es el mismo. La pasión por la música y las buenas canciones. Hablo de una memorable noche de jueves en el Bar de Teresa. Cumpliendo el milagro de la multiplicación de la amistad, las buenas relaciones y el mejor contenido, Tessie Sánchez logró lo que en años no se había logrado.
Tener bajo el mismo techo a los más afamados melómanos es un lujo que pocos lugares pueden darse. Estábamos cerca, compartiendo la sonrisa, cada frase y cada gesto de un artista de la calidad de Amaury Pérez. Pedritín Delgado Malagón, César Pina Toribio, Juan TH, Pablo McKinney, Ramón Colombo, Fausto Rosario, Juan Bolívar Díaz y Roberto Santana confirmaban con su presencia, su canto y su emoción, que nosotros los de entonces, seguimos siendo los mismos, como bien escribió Neruda.
Acordándonos de ese abril de limpias mañanas y de ese primer encuentro en que entregamos sin temor la vida, para constatar que aunque el amor no duró, por lo menos nos quedó para siempre esa melancolía.