Marco de referencia

Marco de referencia

Mañana martes, que contaremos a primero de mayo, Día Internacional del Trabajo, quedará establecido un marco de referencia en la historia de las prestaciones sociales en la República Dominicana.

En medio de un debate contradictorio, de una fuerte oposición de algunos sectores y, en términos reales, bajo la acechanza de una conspiración, deberá entrar en vigencia el Seguro Familiar de Salud (SFS), uno de los aspectos cruciales del Sistema Nacional de Seguridad Social.

Hay un compromiso asumido por el Gobierno para que este dispositivo de asistencia social entre en vigencia en esa fecha y contra esta línea de conducta apuestan sectores empresariales y médicos, los primeros alegando que el seguro encarecerá sus costos y los segundos regateando honorarios y otras cuestiones pecuniarias.

El marco de referencia tiene su razón de ser en que el país conocerá en la práctica la esencia de tanto discurso de oposición empresarial contra el seguro que cubrirá la asistencia en salud de los trabajadores y sus familias.

También, porque desde el momento mismo que entre en vigencia el SFS, se pondrá a prueba la responsabilidad del Gobierno para hacer que funcione contra viento y marea, es decir, a pesar del fiero laborantismo de los contradictores o enemigos de esta reivindicación social tan importante.

-II-

Estará a prueba, a partir de este martes, la capacidad del sector oficial para superar las debilidades estructurales de los servicios médicos estatales.

Del mismo modo se pondrá a prueba la habilidad oficial para salir airoso de la confrontación con los médicos, cuyo colegio, experto en acciones de fuerza, ha iniciado un virtual boicot contra la vigencia del seguro bajo alegato de que no estarían dadas las condiciones para este servicio.

La Ley 87-01, que establece el Sistema Dominicano de Seguridad Social y que fue promulgada el 9 de mayo del 2001, es el resultado de una concertación entre diferentes sectores, incluidos, por supuesto, los empresarios o empleadores, los representantes de los trabajadores y, también por supuesto, los médicos.

El SFS no es más que una parte de esa ley, de ese consenso tan amplio y lo asombroso es que la concertación inicial se haya transformado en un disenso en el cual dos de los actores reniegan y denuncian los acuerdos.

En una decisión política bastante trascendental, el Gobierno decidió que el SFS entrara en vigencia el primero de mayo de este año y hasta el momento no ha modificado esa decisión.

Hay todavía muchos aspectos por resolver, pero no hay duda de que esas cuestiones deberán ser resueltas sobre la marcha, con el seguro prestando los servicios que justifican su creación.

Los trabajadores y sus familias merecen esta reivindicación cuyo marco de referencia habrá de abrirse mañana en un mar de contrariedades.

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