Investigaciones continúan

Investigaciones continúan

BLACKSBURG, Virginia, EEUU (AP) _ Las autoridades continuaban ayer, sábado las investigaciones para determinar los motivos detrás del tiroteo ejecutado en la Universidad Virginia Tech por Seung-Hui Cho, mientras los deudos de sus víctimas le daban el último adiós a sus seres queridos.

Las autoridades buscan los registros de llamadas desde el teléfono celular de Cho, con la esperanza de encontrar si le advirtió a alguien sobre lo que se convertiría en el peor tiroteo masivo en la historia moderna de Estados Unidos. Asimismo, esperan obtener cualquier información relevante de sus correos electrónicos y los de Emily Hilscher, una de sus primeras dos víctimas.

«Se sabe que Seung-Hui Cho se comunicó por teléfono celular y pudo haberle informado a otros sobre sus planes de atacar a estudiantes y profesores en Virginia Tech’’, escribió la policía el viernes en un citatorio en demanda de información de parte de la empresa Verizon Wireless.

Otra posible pista la representarían sus telefonemas a sus padres. El citatorio señala que Cho solía llamarlos los domingos por la tarde.

La policía busca también que Virginia Tech proporcione los registros de comunicaciones por correo electrónico, a fin de establecer una relación entre Cho y Hilscher, muerta en el dormitorio West Ambler Johnston Hall.

Otro citatorio busca obtener los registros de Cho en el centro de salubridad estudiantil, y la policía ya cuenta con sus archivos médicos y de ayuda psicológica. El contenido de los citatorios fue dado a conocer primero por el sitio de internet ABC News.com.

Mientras tanto, amigos y familiares de Hilscher y Ryan Clark, el otro estudiante muerto en el dormitorio, los recordaron el sábado con servicios fúnebres realizados en Virginia y Georgia. También se realizaron exequias en recuerdo de la estudiante Reema Samaha, una de las 30 personas muertas en el Norris Hall, donde Cho se suicidó.

La familia de Cho dijo a The Associated Press el viernes que sus miembros se sentían «sin esperanzas, desamparados y perdidos’’ y que «nunca hubiéramos imaginado que él fuera capaz de tanta violencia’’.

«Ha hecho llorar al mundo. Estamos viviendo una pesadilla’’, dice una declaración emitida por la hermana de Cho, Sun-Kyung Cho, a nombre de su familia.

Estas fueron las primeras declaraciones de la familia desde que el estudiante de 23 años mató a 32 personas y se suicidó el lunes.

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