Coctelera

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Maginito querido, por favor, lea el texto que a continuación le expongo: «Héctor García Godoy, Presidente Provisional de la República Dominicana, en nombre de la República. CONSIDERANDO: Que se hace necesario tomar medidas a fin de que la Autonomía Municipal, en lo que respecta al establecimiento de arbitrios, se ajuste a las necesidades socioeconómicas de la colectividad, y pueda recibir beneficio de una reorientación que el Estado imparte por intermedio del Consejo Nacional de Desarrollo y su órgano ejecutivo, el Secretario Técnico de la Presidencia, organismos creados para ejercer las funciones de orientación y coordinación de la política económica y social del sector público, y en vista de que el artículo 152 de la Constitución de 1963, válido por el artículo 2 del Acto Institucional condiciona a la Autoridad Municipal a las restricciones y limitaciones que establecen la Constitución y las leyes, las cuales deberán determinar las atribuciones, facultades y deberes de los Ayuntamientos;..

.VISTO el artículo 3 del Acto Institucional, DICTO LA SIGUIENTE LEY, NUMERO 180. Artículo 1.- Los arbitrios a establecer por los Ayuntamientos tanto del Distrito Nacional como de los Municipios, se someterán previamente al Consejo Nacional de Desarrollo por medio del Secretario Técnico de la Presidencia para su correspondiente estudio y recomendación al Poder Ejecutivo. Artículo 2. En consecuencia, queda modificado el apartado a) del artículo 2 de la ley número 5622 de fecha 14 de septiembre de 1961. DADA Y PROMULGADA, en el Palacio Nacional, Santo Domingo, Distrito Nacional, Capital de la República Dominicana, a los doce días del mes de abril de mil novecientos sesentaiseis, años 122 de la Independencia, y 103 de la Restauración. Publíquese en la Gaceta Oficial para su conocimiento y cumplimiento y en un periódico de amplia circulación en el territorio nacional. HECTOR GARCIA GODOY»… Como usted verá, mi querido Maginito, la decisión del Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste, aplaudida con tanto entusiasmo por el síndico perredeísta Francisco Peña, resolución que fija un arbitrio de RD$0.01 por cada peso vendido, que se cobrarían a más empresas que el carajo, no tiene asidero legal alguno. A lo sumo, el Ayuntamiento citado solo puede someter su propuesta al Consejo Nacional de Desarrollo, a través del secretario Técnico de la Presidencia, hoy Secretaría de Estado de Economía, Planificación y Desarrollo… Le voy a dar un detalle adicional a este asunto. La Suprema Corte de Justicia tiene en su poder un expediente por virtud del cual un grupo de ciudadanos objeta un arbitrio que quiere cobrar, o cobra, el Ayuntamiento del Distrito Nacional por la venta o arrendamiento de espacios en los cementerios puestos a su cargo. Ese caso tiene en la Suprema nada menos que dieciocho meses. Por tanto, mi querido viejito charlatán, la decisión del cabildo de Santo Domingo Oeste no tiene asidero legal alguno, pero al mismo tiempo vamos a decirle que no es verdad que si las empresas establecidas allí donan un centavo por cada peso vendido irían a la ruina. Lo raro de toda esta vainita, caro amigo, es que ninguno de los que se creen afectados ha invocado la ley dictada por García Godoy en 1966. ¡Cosas veredes!…. Mientras tanto, bien por el Cabildo en rectificar su metida de pata… Moradores de la tierra de Radhamés Virgilio afirman que el crecimiento económico que invoca el gobierno no se refleja en la población de Santiago. ¡Magino, la pólvora ha sido redescubierta! ¿Y quién carajo ha dicho que crecimiento económico elimina la pobreza? Ese es el gran drama de América Latina… ¿Y por qué le critican al presidente del Banco Mundial que le pague un salario a su secretaria y «compañera» mucho más alto que el devengado por Condoleezza Rice al frente del Departamento del Estado? Sencillamente, al compañero economista le gusta su hembra y por eso autoriza al Banco Mundial a que le paguen 193,000 dólares al año, mientras que doña Condoleezza, por echarse todas las vainas que le pide George Bush, solo devenga 7,000 dólares al mes, que le paga el contribuyente estadounidense. El compañero Paul se vio obligado a sacar su secretaria del Banco Mundial, pero por esas cosas que pasan en todas partes, cuando hay falditas de por medio, la enviaron al Departamento de Estado. Eso sí, el compañero Paul, antes de despedirla del edificio, le hizo par de aumentos que totalizaron unos 50,000 dólares anuales. La verdad, Magino, eso hala…

 

 

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