Dos muertos en manifestaciones de simpatizantes y detractores de Mursi

<P>Dos muertos en manifestaciones de simpatizantes y detractores de Mursi</P>

EL CAIRO, Qahirah. AFP. Decenas de miles de egipcios se manifestaban hoy en todo el país, convocados por los partidarios y adversarios del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi, en unas concentraciones rivales que dejaron dos muertos en enfrentamientos en Alejandría.  

La justicia ordenó también la detención preventiva de Mursi, retenido por el ejército en un lugar secreto desde su derrocamiento el 3 de julio, alegando que se escapó en 2011 con la ayuda del Hamas palestino de una cárcel en la que le había encarcelado el régimen de su predecesor, Hosni Mubarak. 

Las autoridades reforzaron la seguridad este viernes en El Cairo y en el resto del país para esta jornada de alto riesgo en la que bandos contemplaban medir fuerzas en las calles, cuando la violencia relacionada con los conflictos políticos dejó más de 200 muertos desde hace un mes.

Dos manifestantes murieron y una veintena resultaron heridos en enfrentamientos entre partidarios y adversarios de Mursi en Alejandría, segunda ciudad del país, según fuentes médicas.  

En el barrio de Choubra, en El Cairo, manifestantes de ambos bandos se enfrentaron a pedradas y se lanzaron botellas,dejando una decena de heridos. Otra decena de manifestantes resultaron heridos en Damiette, en la costa mediterránea, indicó el ministerio del Interior. 

Las manifestaciones convocadas por los Hermanos Musulmanes, movimiento al que pertenece Mursi, salieron desde una treintena de mezquitas para confluir cerca de la Universidad de El Cairo y ante la mezquita Raba al Adawiya, en el nordeste cairota, dos lugares donde los simpatizantes del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi establecieron sus campamentos.

El movimiento denuncia el «golpe de Estado» con el que el 3 de julio el ejército depuso al primer presidente democráticamente elegido en Egipto, después de que a finales de junio se registraran manifestaciones de una parte de la población que reclamaban su partida.

«Apoyar a Sisi en contra del terrorismo». «No le tenemos miedo al ejército y tenemos derecho a manifestarnos», afirmó Magdi Ahmed, quien viene a EL Cairo desde Minya, en Alto Egipto.  

El guía supremo de la cofradía islamista, Mohamed Badie, convocó manifestaciones «pacíficas» y animó a sus simpatizantes a no bajar la guardia ante el «sangriento golpe de Estado».

En el bando opuesto, varios miles de manifestantes anti Mursi empezaron también a confluir hacia la plaza Tahrir, centro habitual de las grandes concentraciones.   Los adversarios del presidente derrocado justifican su caída al acusarle de no haber gobernado más que en beneficio de los islamistas y de haber dejado el país sumergirse en la crisis económica.  

La multitud agitaba banderas egipcias y retratos del jefe del ejército, el general Abdel Fatah al Sisi, artífice de la caída de Mursi y nuevo hombre fuerte del país.   «Nos manifestamos para apoyar a Sisi en su combate contra el terrorismo», indicó Mahmud Abu Hachem, venido desde Charqiya (norte), quien aseguró que «los terroristas son los Hermanos Musulmanes, al igual que Hamas».

El general Sisi, también ministro de Defensa y vice primer ministro, había llamado el miércoles a los egipcios a que se echen a la calle para darle un «mandato» para «acabar con el terrorismo y la violencia».

Pero desde el jueves el ejército alterna declaraciones moderadas y amenazantes. Aseguró que las declaraciones del general no estaban dirigidas en contra de los Hermanos Musulmanes, pero al mismo tiempo, en una declaración oficiosa recogida en internet, les dio 48 horas para renunciar a toda violencia y aceptar el proceso de transición política.  

Mursi en detención preventiva. En el exterior, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, urgió el jueves «a todos los sectores a mantener la calma» y Washington expresó su «inquietud» tras las declaraciones del general Sisi.

Al igual que Washington y que la Unión Europea, Ban también pidió al ejército que libere a Mursi y a otros dirigentes de los Hermanos Musulmanes o «que sus casos sean revisados con transparencia y sin demora». 

Si hasta el momento Mursi estaba retenido sin cargos, un tribunal ordenó su detención preventiva durante 15 días como máximo, informó este viernes la agencia oficial de noticias Mena.

 El tribunal de El Cairo que ordenó su detención preventiva le acusa de supuestos vínculos con el Hamas palestino, que le habría ayudado a escaparse de la cárcel a principios de 2011 durante la revuelta que derrocó al expresidente Hosni Mubarak, bajo cuyo régimen fue encarcelado Mursi.

 Los Hermanos Musulmanes calificaron esta decisión de «venganza del antiguo régimen, que indica que regresa con fuerza».  

Hamas, en el poder en Gaza, condenó la detención de Mursi ya que la decisión «se basa en la premisa de que el movimiento Hamas es hostil (…) Es un planteamiento peligroso que confirma que el poder actual en Egipto renuncia a las causas nacionales (…) entre ellas la causa palestina», declaró a la AFP un portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri.  

Washington no se pronunciará sobre si lo ocurrido en Egipto fue un golpe de Estado o no, evitando así tener que suspender su ayuda al país, indicó el viernes un alto funcionario estadounidense.  

La violencia, desencadenada a finales de junio, dejó más de 200 muertos, entre ellos unos 40 en ataques en el Sinaí, según un balance de la AFP realizado a partir de fuentes médicas y de seguridad.

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