A PLENO PULMÓN
Tres sueños y medio

<STRONG>A PLENO PULMÓN<BR></STRONG>Tres sueños y medio

Somos muchos los dominicanos que soñamos con “una mejor nación”, como reza el lema institucional de la firma E. León Jimenes.  Responsabilidad, trabajo, educación, son tres ingredientes indispensables para que los grupos humanos alcancen las metas que desean.   Las promociones de televisión que difunde esa empresa enfatizan los tres aspectos.  Verlas y escucharlas es sumamente grato.  Operan como “estimulantes cívicos” en una época marcada por el consumo de energizantes psíquicos y de afrodisíacos. Soñar es la antesala del deseo; el deseo, anticipo de la acción – nunca suficiente, según Unamuno – que nos compromete a trabajar con entera dedicación.

Los estudiantes que eligen la carrera de educación son cada vez menos.  Según parece, las universidades se ven obligadas a “subsidiar” las matriculas de los escasos aspirantes a ejercer el magisterio.  Se intenta con ello fomentar vocaciones para enseñar mediante exoneraciones de pagos.  Este recurso no ha resultado hasta ahora atractivo suficiente.  Asumir  responsabilidades sobre los jóvenes en formación fue anteriormente un motivo principal para ser maestro.  El problema arranca, pues, de la escala de valores vigente en nuestro tiempo.   Ya no se aprecia a los profesores  tanto como en el pasado.  Actualmente ellos ganan poco dinero y, además, no gozan de estimación pública.

Vivir sin trabajar es la manifiesta aspiración de centenares de especuladores: en títulos financieros, conversión de monedas, negocios de bolsa; también de miles de apostadores, agentes de loterías,  vendedores de información, traficantes de influencia política, cabilderos, especialistas en grabar conversaciones privadas.   Eso de trabajar parece cosa “de viejos anticuados” sin los pies en la tierra.

Quiere decir que la responsabilidad personal, el amor al trabajo, la educación adecuada, no son bie        nes de adquisición fácil en el mercado contemporáneo.  Responsabilidad, trabajo y educación, deben combinarse con el factor que dispara su acción conjunta: la decisión; que es el acto de la voluntad que nos empuja a la conquista de cualquier cosa que se pueda conseguir en el mundo.  Casi                            todos soñamos con un incremento de la responsabilidad individual, con la intensificación del trabajo productivo, con mayor rigor y excelencia en la educación.  Tres sueños de lenta realización, ciertamente.  El “medio sueño” consiste en que tomemos la decisión de ir tras los tres primeros sueños enterizos.

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