Duba Cruz, al son de sus bohemias

Duba Cruz, al son de sus bohemias

Algunos de sus personajes se llaman Bohemias. Por un lado salta a la vista su interés por los tiempos pasados, lo histórico, esas escenas que nos transportan a un tiempo al que ni siquiera pensamos pertenecer.

En su galería, ubicada en la Arzobispo Meriño, ha creado su espacio, su mundo y un lugar especial rebosante de arte. Allí pasa casi todo el tiempo, pintando, soñando y recibiendo a esos amigos que disfrutan junto a él de sus obras.

Duba Cruz ama la Zona Colonial, y es posible que en sus obras pretenda destacar el ambiente y la alegría de la gente que frecuenta los bares que se encuentran en dicha zona. “Bar en los cincuenta”, “Baile un bar”, “El borracho en el bar”, “Mis amigos en los bares”, son solamente algunas de sus obras.

Los que lo conocen saben de su interés por el arte, sus grandes deseos de superación y su entrega al trabajo. Es que considera que con firmeza, dedicación y disciplina, se logra no solamente un estilo, sino también las metas que se ha propuesto y los sueños que desde niño lo acompañan.

El artista, que también ha pintado hermosos paisajes, marinas y bodegones, anota en su curriculum la invitación recibida por la FAO a Italia, donde expuso en el Centro de Arte y Agricultura de dicha nación.

Del mismo modo y ese mismo año, expuso en Landrec Galery de Nueva York, en la Bienal de E. León Jimenes en Santiago y en el Centro de Arte y Cultura Hispánica de Santo Domingo.

En los fondos de sus obras se descubre una inclinación por los tonos marrones y ocres que le dan un toque personal a su trabajo pictórico, porque lo que busca es destacar la figura y no los elementos que en conjunto componen su entorno.

Duba nació en San Pedro de Macorís. En sus inicios fue motivado por Lan Díaz, al que considera su padrino en las artes. Cuando Duba habla de su obra hace referencia al hecho de que siempre ha creído ser descendiente de algún artista del Renacimiento.

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