Bush: una retirada justificaría terror

Bush: una retirada justificaría terror

WASHINGTON (AFP).- El presidente George W. Bush defendió este viernes ante los embajadores de los países aliados de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo su decisión de derrocar a Saddam Hussein hace un año.

«Jamás vacilaremos ante la violencia de algunos», dijo durante un discurso en la Casa Blanca, agregando que «no hay terreno neutral» ante el terrorismo.

Bush habló ante unos 80 embajadores, entre ellos los de los países que apoyan a Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, principalmente en Irak y Afganistán, en ocasión del primer aniversario del lanzamiento de la guerra contra el régimen de Saddam Hussein, hoy en prisión.

«No puede haber paz por separado con el enemigo terrorista. Toda señal de debilidad o retirada sólo legitima la violencia terrorista y alienta más violencia contra todas las naciones», afirmó.

«Enfrentaremos este peligro mortal y lo derrotaremos juntos», dijo Bush.

El mandatario estadounidense dijo que la «coalición está enviando un claro mensaje a los terroristas, incluidos los que atacaron en Madrid. Esos asesinos serán perseguidos y encontrados. Serán sometidos a la justicia», advirtió.

Evocando las divergencias con varios países sobre el lanzamiento de la guerra contra Irak, principalmente en Europa, el presidente estadounidense dijo que esas diferencias «pertenecen al pasado» y que todos pueden estar de acuerdo en que «la caída del dictador iraquí eliminó una fuente de violencia, agresión e inestabilidad en Medio Oriente».

Los embajadores de Francia, Alemania y Rusia, tres países que se opusieron a la invasión a Irak, se contaban entre los diplomáticos presentes en la Casa Blanca.

Bush no hizo alusión a la decisión del Primer ministro electo español José Luis Rodríguez Zapatero de retirar a sus soldados de Irak si Naciones Unidas no asume la dirección de las operaciones en ese país, pero afirmó que «el deber de todo gobierno es combatir y destruir la amenaza del terrorismo».

Los atentados reivindicados por la red terrorista al-Qaida, en los que murieron 200 personas en Madrid la semana pasada, provocaron la derrota en las elecciones del partido del ex Primer ministro José María Aznar, estrecho aliado de Washington.

El mandatario estadounidense confirmó que sus tropas permanecerán en Irak hasta la instauración de un gobierno democrático.

«No abandonaremos al pueblo iraquí, haremos lo necesario para garantizar el triunfo», prometió. «Toda nación tiene interés en un Irak libre, pacífico y democrático», cualesquiera hayan sido sus opiniones en el pasado, dijo Bush.

El plan actual de Washington es transferir el 30 de junio la soberanía a un gobierno provisorio en Irak, encargado de organizar elecciones y redactar una constitución antes de fines de 2005.

Bush ubicó la guerra en Irak en el contexto de la promoción de la democracia en Medio Oriente.

«La emergencia de instituciones democráticas en Afganistán e Irak es un gran avance hacia un objetivo de gran importancia para el mundo. Nos proponemos alentar reformas y la democracia en el gran Medio Oriente, como alternativa al fanatismo, el resentimiento y el terror», señaló.

«Nos proponemos romper el ciclo de la angustia y el radicalismo que trajo sólo estancamiento a una región vital y la destrucción de ciudades en Estados Unidos, Europa y el mundo. Esta tarea es difícil, esta tarea es necesaria y exige nuestros esfuerzos», declaró.

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