El «Drácula Express»,
un tren real muy atractivo

<P>El «Drácula Express»,<BR> un tren real muy atractivo</P>

BUCAREST.  EFE. El llamado «Drácula Express», un tren de época del período de entreguerras usado por la familia real rumana, ha sido rehabilitado como atracción turística en los Cárpatos Meridionales, en el centro de Rumanía.

Según informó ayer  la emisora RealitateaTV, el convoy remolcado por una locomotora de vapor recorre la zona montañosa entre Brasov y Zarnesti, pasando por Bran, castillo cuyo nombre queda para siempre ligado a la leyenda de Drácula y que fue residencia estival de los reyes de Rumanía María y Ferdinand antes de convertirse en museo.

El tren, incluido en el patrimonio nacional y cuya restauración costó unos 160.000 euros (255.000 dólares), fue alquilado por las autoridades locales de Brasov.

Un vagón restaurante construido en 1934, utilizado sólo por el monarca Carol II y la familia real, está a disposición de los turistas.

Los demás vagones, cada uno con capacidad para 85 personas, tienen también su historia, pues sirvieron en el respectivo período por la ruta Bucarest-París y fueron famosos en su momento por su exclusivo confort.

Durante los próximos dos meses un paseo en el «Dracula Express» será gratuito. 

Las rutas. Entre los lugares que recorrerá el tren  turístico están:  el   distrito de Mehedinti donde cabe mencionar: las ruinas del puente romano de Drobeta, construido según los bosquejos del arquitecto Apollodor del Damasco, el Museo «Portile de fier» de la ciudad Drobeta-Turnu Severin, la caverna de Topolnita, el puerto Orsova (donde se pueden organizar excursiones en barco, a Cazane -el desfiladero del Danubio), el puente natural de Ponoarele (60 m de largura), el lago de embalse de «Portile de Fier» (el más grande de todo el recorrido del Danubio) y la central hidrotécnica.

Sobre Drácula. Rumanía, la tierra donde el novelista irlandés Bram Stoker situó por casualidad al conde Drácula a finales del siglo XIX, es el país del verdadero Drácula, el príncipe Vlad Tepes, conocido en el siglo XV como El Empalador.

Desde Bucarest hasta las sajonas ciudades medievales de Transilvania el rastro de Drácula nos invita a realizar un inquietante recorrido repleto de atractivos en el afamado tren.

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