SANTIAGO (AFP).- La presidenta chilena Michelle Bachelet afirmó que es un «gran error» culpar a su Gobierno por las denuncias de corrupción que surgieron en las últimas semanas y aseguró que «Chile no es un país corrupto», en una entrevista que publicó este sábado el diario El Mercurio.

«En primer lugar, Chile no es un país corrupto. Estoy en desacuerdo con esa mirada y creo que tiene mucho más de intencionalidad política que de realidad», dijo Bachelet.

«Creo, además, que el gran error es focalizar el tema de la corrupción en el Gobierno», señaló, en alusión a las denuncias que estallaron hace un mes y que involucran a una oficina estatal encargada de fomentar el deporte.

La entrevista fue difundida dos días después de que la mandataria socialista anunció un conjunto de 30 medidas para detener los brotes de corrupción, incluidos cinco proyectos de ley que deberán ser ratificados por el Parlamento.

A las denuncias contra ChileDeportes, que utilizó fondos estatales en contratos con una «empresa de papel» vinculada también a la campaña electoral del senador oficialista Guido Girardi, se sumó el uso de dineros destinados a generar empleos en campañas políticas de otros candidatos oficialistas. Girardi, del Partido por la Democracia (PPD), obtuvo facturas de la empresa Publicam que luego presentó al Servicio Electoral para la devolución de gastos de campaña, como lo permite la legislación chilena.

   El mismo procedimiento con Publicam utilizaron el candidato presidencial opositor Sebastián Piñera -a quien Bachelet derrotó en la segunda vuelta electoral de enero pasado- y la candidata a senadora Lily Pérez, ambos del derechista Partido Renovación Nacional (RN).

   «Por eso mis medidas incluyen a los partidos políticos, al Parlamento, y habrá algunas medidas para el sector privado también, porque cuando hay empresas que hacen facturas falsas, también hay empresas que las compran», advirtió la presidenta.