Tecnología, confort y simplicidad marcan
pautas
en la casa del siglo XXI

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El propósito de los diseños del futuro es mostrar que en pequeños espacios se puede vivir muy bien. Esta es la visión de más de cien expertos reunidos en la 34ª muestra de decoración e interiorismo de Casa Decor (CAD) que se celebra estos días en la ciudad de Barcelona (España).

Los minimalismos entran cada vez con más fuerza en todos los hogares. Por ello, se abandonan las alfombras, tapizados estampados y coloridos múltiples para dar paso a un estilo más sobrio, más simple y a la vez más elegante y propio del siglo XXI.

El blanco y el negro son los dos colores que se han asociado a lo largo de los años con la sobriedad y la elegancia. Si se combinan los dos en la vivienda, el efecto creado es el de un espacio con sensación de amplitud, con líneas simples pero sofisticadas.

El nuevo modelo urbano de loft rinde culto a un estilo de vida caracterizado por el desaceleramiento generalizado de la cultura ciudadana. Para ello, se intenta dar continuidad al paisaje urbano en el interior de la vivienda como si la vegetación del exterior se entroncara en el interior.

El secreto, para recrear estos ambientes urbanos, está en el tratamiento cromático. La elección de los colores está ligada a su predominio en la naturaleza: marrón, blanco y verde. Para envolver este ambiente, se utiliza el gris como imagen del asfalto.

También se puede adoptar un aire rústico sin perder el cosmopolitismo. Se puede convertir un despacho decorado en los años 60 en un salón señorial habitado por personas de espíritu contemporáneo. Para ello, se unen objetos, mobiliario y arte de distintas épocas, transformando lo clásico en un espacio ajeno a modas pasajeras.

Techos decorados con alfombra, suelos que cambian de estampado al pasar o muebles clásicos tapizados de seda. Así de amplio es el abanico decorativo del que puede disfrutar una casa. Todo depende del gusto del cliente. Para jóvenes y personas vanguardistas imperan los lofts con techos altos y una decoración minimalista donde, además, predomina el blanco y negro. Para mentes más tradicionales, la madera, los bordados y los tapizados son la alternativa.

El propósito de los diseños de este año es mostrar que en un apartamento pequeño se puede vivir muy bien, solo o en pareja, con mucha vida interior. Para ello, se aprovechan al máximo los espacios y, aunque parezca que el lugar está vacío, todo está escondido o separado por mamparas o celosías. Así lo proponen más de cien profesionales del sector, entre arquitectos, interioristas, fotógrafos y diseñadores reunidos en la 34ª muestra de decoración e interiorismo de Casa Decor (CAD) que se celebra estos días en la ciudad de Barcelona (España).

Una de las grandes novedades de la decoración es la aplicación de la tecnología al diseño y confort personal. La domótica se incorpora de forma silenciosa al espacio. Así, los hogares pueden gozar de mecanismos que suben y bajan persianas, que abren el minibar e incluso que esconden la televisión sin perder la calidez a manos de la frialdad tecnológica.

Un espacio sin divisiones

A pesar de no existir restricciones en el espacio, los ambientes están ordenados, ya que cada uno cumple con su función: recibidor, cocina, comedor, sala de estar, estudio, dormitorio y aseo.

Un espacio ordenado ayuda a sosegar los sentidos, fomenta la creatividad y ayuda a pensar con claridad. Así, cuantos menos obstáculos físicos haya en una vivienda, habrá más tranquilidad y más orden.

Un único ambiente da sensación de amplitud. La única estancia más separada del resto  sería el aseo, que queda cerrado. A pesar de no existir restricciones en el espacio, los ambientes están ordenados, ya que cada uno cumple con su función: recibidor, cocina, comedor, sala de estar, estudio, dormitorio y aseo.

Cada espacio se enlaza con el anterior siguiendo una única tendencia estética: los mismos materiales se combinan de forma sorprendente creando espacios cálidos, funcionales y bellos. En caso de querer algún tipo de separación, las mamparas o las celosías son la mejor opción para no crear un corte brusco y romper la armonía.

Además, en estas viviendas en las que no hay divisiones todo el mobiliario está hecho a medida para conseguir una unidad decorativa. Todo tiene su lugar y su función, nada es superfluo.

La domótica, incluida en el interiorismo

Decorar la casa no es sólo elegir telas, alfombras, sofá o colores, sino que también  hay que tener en cuenta ahora la incorporación de las tecnologías al quehacer diario de un hogar. Así, decorar es tanto un ejercicio estético como tecnológico.

La domótica implica controlar la casa a través de un ordenador, pero este sistema no implica restar belleza a la vivienda. Se pueden crear diferentes escenarios, ya que no hace falta tener la televisión siempre a la vista sino que puede estar camuflada tras la pared y así dejar un salón más estético.

Incluso los clásicos interruptores ahora se ponen al servicio de la estética. Según la decoración de la estancia, existen modelos en mate o brillante, en gris, salmón, marfil, rojo, azul… Incluso en múltiples variedades de madera como cerezo o pizarra. Son detalles importantes. EFE-Reportajes

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