Mueren 27 ataques suicida; arrestan líder sunita Irak

Mueren 27 ataques suicida; arrestan líder sunita Irak

BAGDAD (AFP).- La detención del jefe del Partido Islámico por soldados estadounidenses en Bagdad desató las iras en el seno de la principal formación sunita de Irak, mientras que 27 personas murieron y 118 resultaron heridas el lunes en un doble atentado suicida en Hilla, al sur de la capital.

El ejército norteamericano reconoció que detuvo «por error» al líder sunita Mohsen Abdel Hamid, a quien liberó rápidamente tras interrogarlo.

«Las fuerzas estadounidenses detuvieron e interrogaron a Mohsen Abdel Hamid. Después de haberlo interrogado», se llegó a la conclusión «de que fue detenido por error y que debía ser liberado», precisó un comunicadso del ejército norteamericano.

La detención del líder sunita fue criticada por el propio presidente iraquí Jalal Talabani y, a pesar de su rápida liberación, igualmente amenazó con deteriorar aún más las relaciones entre estadounidenses y la comunidad sunita, a la que se le ha pedido que participe en el proceso político.

El propio Mohsen Abdel Hamid indicó después de su liberación que ignoraba las razones de su detención, hacia las 04H00 (00H00 GMT) en su casa de Al-Jadra, en el oeste de Bagdad, junto a sus hijos Yaser, Mokdad y Asyad.

Mohsen Abdel Hamid fue miembro del Consejo de Gobierno, el ejecutivo provisional establecido por los estadounidenses en Irak después de la caída del régimen de Saddam Hussein, en abril del 2003.

«No se han dado explicaciones sobre estas detenciones, pero los soldados estadounidenses a través de sus intérpretes han reprochado al Partido Islamista su negativa a participar en el proceso político», declaró a la AFP Alaa Maki, de la oficina política del Partido Islámico.

Esta negativa coincide con el deseo de las autoridades de Bagdad y de los estadounidenses de que los sunitas participen en el proceso político, en particular, en la redacción de la Constitución.

El Partido Islámico se retiró de la carrera a las elecciones generales del 30 de enero tras pedir en vano su aplazamiento al estimar que no podían celebrarse en un clima de violencia.

En respuesta a un llamamiento del gobierno a las formaciones sunitas para que dejen clara cuál es su posición sobre la violencia, el Partido Islámico condenó en un comunicado «todas las formas de terrorismo, vengan de individuos, grupos o gobiernos».

El domingo, el partido manifestó sus temores sobre las posibles derivas del dispositivo de seguridad, llamado «Operación relámpago», en la zona de Bagdad con el refuerzo de 40.000 soldados y policías.

En el marco de esta operación, las fuerzas de seguridad iraquíes se desplegaron en la calle de Haifa, en el centro de Bagdad, donde efectuaban registros de casas y garajes en busca de armas o coches bomba, según un periodista de la AFP. Esta calle fue escenario de violentos combates entre las fuerzas del orden y los rebeldes.

Y es que la violencia sigue sin dar respiro a la población. Al menos 27 personas murieron y 118 resultaron heridas en un doble atentado suicida en Hilla, a 100 km al sur de Bagdad.

Según la policía, dos kamikazes hicieron estallar las cargas explosivas que llevaban encima con 20 segundos de intervalo en medio de una muchedumbre de miembros de los comandos de la policía que sirvieron durante dos meses y fueron despedidos por falta de dinero.

Según un corresponsal de la AFP, las dos explosiones ocurrieron casi simultáneamente hacia las 09H00 locales (05H00 GMT) frente a la sede de la gobernación de Babilonia donde se estaban manifestando alrededor de 500 ex miembros de comandos de la policía para pedir su reintegración al cuerpo.

El 28 de febrero, otro atentado suicida en Hilla dejó 118 muertos y decenas de heridos. La prensa iraquí se lo atribuyó a un kamikaze de origen jordano, lo que provocó una crisis entre Ammán y Bagdad.

Asimismo, un soldado iraquí perdió la vida y otros tres fueron heridos al igual que un civil en ataques al norte de Bagdad donde se han descubierto dos cuerpos.

Al oeste de Bagdad, la ofensiva estadounidense llevada a cabo desde el miércoles pasado en la ciudad de Haditha y su región, en la provincia rebelde de Al Anbar, concluyó el domingo, anunció el lunes el ejército estadounidense.

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