Hoy 
BAGDAD (EFE).- Más de treinta personas, incluidos dos soldados de EEUU y varios policías iraquíes, murieron ayer en ataques de insurgentes y bombardeos norteamericanos registrados en el frente suní tras días de relativa calma. Los ataques más sangrientos tuvieron lugar en la ciudad de Ramadi, a unos 100 kilómetros al oeste de Bagdad, donde dieciséis iraquíes, en su mayoría agentes de policía, perdieron la vida en la explosión de dos coches bomba.
Según fuentes de seguridad iraquíes, una de las dos explosiones tuvo lugar esta mañana cerca de una comisaría en el centro de Ramadi, y dejó doce muertos, en su mayoría agentes de policía que esperaban para cobrar sus salarios en este fin de mes.
Este ataque, en el que otros diez iraquíes resultaron heridos, es el tercero contra la misma comisaria en menos de dos meses.
En la zona de Al-Bagdadí, en el oeste de la misma ciudad, un atentado similar costó la vida a cuatro miembros de la Guardia Nacional iraquí, mientras que otros tres resultaron heridos de gravedad, agregaron las mismas fuentes.
Ramadi, ciudad casi exclusivamente suní, está en el vértice oeste del «triángulo suní», y está considerada como uno de los feudos de los grupos rebeldes.
Se cree que muchos de los insurgentes huidos de Faluya durante la gran ofensiva emprendida este mes contra los grupos de la resistencia han buscado refugio en Ramadi (a solo 50 kilómetros de Faluya), antes que en otras ciudades suníes.
Mientras tanto, el mando militar de EEUU anunció hoy, en un comunicado, que dos soldados estadounidenses murieron y otros tres resultaron heridos por la explosión de una bomba al paso del vehículo militar en el que viajaban al noreste de Bagdad.
Con las nuevas muertes se eleva a más de 960 el número de los militares norteamericanos que perdieron la vida en combate en Irak desde el inicio de la invasión del país árabe en marzo del año pasado.
En Faluya, al menos quince iraquíes murieron hoy en un bombardeo artillero estadounidense que tuvo como blanco una vivienda en el barrio de Karma, en el noreste de la ciudad.
La radio semioficial iraquí «Degla», indicó que en el ataque norteamericano otros siete iraquíes resultaron heridos, tres de ellos graves, y afirmó que entre las víctimas hay mujeres y niños.
La televisión árabe «Al Yazira» emitió imágenes de Faluya en las que se veía una columna de humo sobre una vivienda, mientras que fuentes del centro de prensa de las fuerzas multinacionales dijeron a EFE que no tenían información sobre el bombardeo.
Las nuevas acciones de violencia se produjeron mientras las tropas estadounidenses e iraquíes continuaban su campaña contra la insurgencia en Ramadi, Faluya y en varias aldeas situadas al sur de Bagdad, donde han registrado numerosas casas en búsqueda de armas ilegales e insurgentes.
Los responsables iraquíes y de Estados Unidos no descartan que los insurgentes incrementen sus acciones violentas en distintas ciudades de Irak mientras se acerca la fecha del 30 de enero, fijada para la celebración de las elecciones generales.
Al menos quince grupos y entidades políticas suníes han pedido el aplazamiento de los comicios hasta que se pueda restablecer la seguridad en ciudades como Ramadi, Faluya y Mosul, entre otras, para permitir que sus habitantes puedan votar en las elecciones.
Este llamamiento suní fue rechazado tanto por la comunidad chií, que representa el 60 por ciento de la población, como por el Gobierno interino iraquí que insisten en que las elecciones se celebren a tiempo.EFE
