Reinaldo, Orlando y Víctor

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JUAN D. COTES MORALES
Reinaldo Pared Pérez, Orlando Jorge Mera y Víctor Gómez Casanova, son tres distinguidos jóvenes profesionales escogidos por sus respectivas organizaciones políticas para ejercer las importantes y delicadas responsabilidades propias de las secretarías generales.

En algunas ocasiones me referí a ellos para ponderar sus cualidades, méritos, simpatías, obligaciones y cómo, por ser tan jóvenes, podía esperarse tanto de ellos.

Realmente, la juventud es un tesoro divino. Y ellos, con diferentes temperamentos, lo saben, se corrigen a diario, se ven en el espejo de quienes le rodean y tienen mayor edad. Están aprendiendo, cultivando, esmerilando sus conductas para poder sembrar lo que otros habrán de cosechar. Reinaldo Pared es hiperactivo, da la impresión de ser psico-rígido. Es atento, amable, inteligente, competente y estudioso, leal y solidario.

Orlando Jorge es introvertido, parco, amable, decente, de gran talento y consagrado estudioso. En sus ojos profundos y su lánguido mirar se advierten el valor y la entereza que le han dado capacidad para soportar los sufrimientos de la familia sin abatir su ánimo.

Víctor Gómez, alto, apuesto, extrovertido, cariñoso, afable, competente, solidario, entusiasta, estudioso.

Estos tres valiosos jóvenes son y serán factores decisivos en todos los órdenes y en las diferentes y múltiples ocasiones que se presenten a lo interno de sus respectivas organizaciones políticas y en el seno de la sociedad dominicana. Sus vidas están siendo procesadas en esos laboratorios humanos llenos de emociones. Tendrán que darse por entero todos los días durante mucho tiempo y hasta dejarse usar hasta lo indecible, hasta que los demás crean que ya no tienen paciencia, nada que dar ni nada que ofrecer, porque lo que no pudieron dar, se lo arrebataron.

Ya Reinaldo Pared Pérez es senador. Fue elegido. Merecidamente elegido. En el Senado de la República tendrá una tribuna permanente para sustentar el torrente de sus propias inquietudes e ideas y las del Partido de la Liberación Dominicana.

Por sus elevadas funciones, Reinaldo ahora más que nunca tendrá que revestirse de paciencia para conciliar con los secretarios generales del PRD y del PRSC, juntos o por separado, pero siempre como jóvenes caballeros conscientes de sus responsabilidades.

Estos tres valiosos jóvenes han tenido la fortuna de hacerse hombres en el tiempo de las grandes transformaciones mundiales y nacionales. Ellos se han dado gusto viviendo la plenitud de cada día como si se tratara del futuro definitivo. Creo que ya lo han soñado todos. Ahora les corresponde vivir la realidad.

Creo igualmente que tienen muchos y sobrados motivos para seguir siendo iguales. Espero en Dios que si algún día desean cambiar algo en sus vidas solo sea para ser mansos y humildes de corazón como nuestro Salvador.

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