ZAGREB. EFE. La farmacias de Dubrovnik, el centro turístico croata más conocido, agotan cada noche todas sus provisiones de Viagra, afrodisíacos, preservativos y otros anticonceptivos, así como pruebas de embarazo.
Según informó ayer el rotativo croata Jutarnji list, citando a fuentes médicas fidedignas, los turistas extranjeros se abastecen de esos productos sobre todo a medianoche.
Incluso algunos juguetes sexuales, como un anillo vibrador de una conocida marca de profilácticos, ha experimentado un aumento de ventas del 20%, según la compañía de venta y distribución Atlantic.
El rotativo considera que estas informaciones son el indicio más claro de que la temporada turística en la costa del Adriático realmente está en pleno auge.
Se considera que el sol, el mar, las cálidas noches y el ambiente relajado en la costa del Adriático favorecen las actividades amorosas, a lo que también contribuyen una atmósfera relativamente liberal y la existencia de un sinfín de islotes, bahías y playas aislados.
El semanario croata Globus publicó recientemente un mapa erótico de la costa croata con los puntos más calientes del turismo sexual.
La costa occidental de (la península septentrional de) Istria atrae como un imán a la población homosexual de Italia, Eslovenia y Croacia aseguró Globus.
Según este periódico, la costa central del Adriático, con muchísimas bahías tranquilas desde Zadar hasta Split, es ideal para todas las orientaciones sexuales.
El semanario destaca como ejemplo la playa de Kanegra, en Istria, que de día es un balneario familiar común y corriente, y de noche es un punto de congregación de homosexuales.
Por otro lado, en la región costera central de Dalmacia son conocidos desde hace decenios los gaviotas, machos croatas que durante el verano se dedican a seducir a mujeres occidentales deseosas de amor y que suelen jactarse del número de triunfos logrados en cada temporada.
En la costa no falta tampoco una Ibiza croata, o según la llaman círculos más conservadores la Sodoma y Gomorra croata.