SYDNEY. AP. El papa Benedicto XVI dijo ayer que un desierto espiritual se estaba extendiendo a través del mundo, y retó a los jóvenes a despojase de la avaricia y cinismo de su tiempo para crear una nueva era de esperanza para la humanidad.
La súplica de Benedicto XVI cerró una visita a Australia que tocó los temas que han definido sus tres años de papado, incluida la batalla para rejuvenecer una Iglesia en crisis, el acercamiento a otras religiones y crear conciencia sobre el calentamiento global. Hablando durante una misa ante aproximadamente 350.000 peregrinos católicos romanos y una audiencia televisiva de millones más, Benedicto XVI urgió a los jóvenes cristianos que sean agentes el cambio porque el mundo necesita renovación.