KIGALI. AFP. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, visitó un memorial a las víctimas del genocidio perpetrado en Ruanda en 1994 y afirmó que «los horrores» que se recuerdan allí muestran que el mundo no debe asistir impávido a ese tipo de violencias.
«Es un lugar conmovedor que inevitablemente sacude tus emociones hasta sus raíces», declaró Bush después de colocar una corona cerca de un grupo de fosas comunes en Kigali, que según los responsables del memorial contienen los restos de unas 258,000 personas.
«Me recuerda que nosotros no debemos permitir que estas acciones se produzcan y que el pueblo de Ruanda necesita ayuda para reconciliarse y seguir adelante después de un periodo brutal», dijo Bush a poco de iniciar la tercera etapa de su gira de una semana por el continente africano.
Bush, quien calificó a la violencia en la región sudanesa de Darfur de «genocidio», debe anunciar en la jornada la entrega de 100 millones de dólares para entrenar y equipar a los efectivos de mantenimiento de la paz africanos, incluyendo 12 millones para Ruanda.
El mandatario estuvo acompañado por su esposa Laura Bush.
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Masacre histórica
Durante el genocidio de 1994, las milicias extremistas hutus y las tropas gubernamentales masacraron a unas 800,000 personas, sobre todo miembros de la minoría tutsi.
Recorrido en museo
Bush vería durante su recorrido una sala oscura con cráneos y fémures colocados en vitrinas iluminadas.