Hay que apoyar a los granjeros

Hay que apoyar a los granjeros

La paralización de las importaciones de pollos y huevos dominicanos por parte de Haití, ha provocado a nuestros granjeros pérdidas enormes, que colocarían a algunos al borde de la ruina.

De prolongarse mucho tiempo esta situación, podría  tener efectos devastadores en el mercado local, pues la sobreoferta deprimiría  los precios por debajo de los costos  o motivaría el sacrificio de millones de estas aves, para asegurar precios de sustentación razonables. Una tercera posibilidad sería la quiebra de muchas granjas y el despido de miles de trabajadores.

Los representantes de los productores de pollos y huevos han pedido al Gobierno que les ayude a resistir la actual coyuntura. Han pedido que les compre excedentes y los destine a los hospitales, asilos, Fuerzas Armadas y Policía Nacional. También han solicitado parar los contingentes procedentes de Estados Unidos y otras medidas con las cuales podrían amortiguar los efectos de sus cuantiosas pérdidas. En fin, en la presente coyuntura es necesario que el Gobierno salga en auxilio de los productores de pollos y huevos, ayudándolos a reorientar sus nichos de mercado y sostenerse mientras dure la actual  situación. Lo prudente sería que representantes del Gobierno y de los granjeros evaluaran en conjunto las fórmulas más factibles para encarar el revés y superar la difícil experiencia vivida.

 

RD, Haití y la Unión Europea

La entrada en vigencia del Acuerdo de Asociación Económica suscrito entre la Unión Europea y un bloque regional  de países que incluye a la República Dominicana y Haití deberá tener efectos puntuales sobre las relaciones comerciales de estos dos países que ocupan la isla Hispaniola. Por su carácter integracionista, este acuerdo contiene pautas específicas que colocan en plano de igualdad las obligaciones y oportunidades entre todos los firmantes.

A través de esta alianza tendrán que ser desmontadas muchas trabas arancelarias y no arancelarias que tienen lugar entre países de la región con relaciones comerciales no formalizadas a través de acuerdos o tratados específicos.  Será interesante ver cómo, por ejemplo, operarían las garantías jurídicas de este acuerdo de asociación con la UE en un caso como la decisión de Haití, de cerrar su mercado a los pollos y huevos dominicanos, sin valerse de alguna certificación sanitaria que le justifique.

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