Altagracia Paulino
Templado como el acero
Sin doblegarse ante nada ni nadie,
Llevando como estandarte sus principios,
Los exhibió con hidalguía en todos los escenarios donde le tocó estar.
Su existencia plena y activa es un modelo a seguir
Siempre presente cuando la patria lo reclamó
Siempre solidario ante el dolor de los demás
De inteligencia superior.
Dedicó su sabiduría para proteger las mejores causas
Amigo leal, considerado y justo.
Miguel, faltan palabras para decir cosas de ti
Pero algunas, como las aprendidas para hablar de los hombres buenos
Fluyen en estos momentos tristes por tu partida física:
Estuviste entre los imprescindibles, porque luchaste toda la vida y hasta la muerte.
No has muerto Miguel, porque marcaste el camino de los de siempre.
Vivirás eternamente, porque como siempre te dije:
Eres de la raza inmortal.
Los como tú no mueren nunca, viven y vivirán siempre en el corazón.
Del pueblo, de sus amigos y hasta de sus enemigos.
Cambiaste de escenario, pasaste a otra dimensión y desde ella sé que
Seguirás guiando como buen comandante los soldados y las tropas que
Dejaste en esta media isla, donde naciste y desde donde partiste hasta el infinito.
Nos toca seguir tu ejemplo, nos toca construir la patria que soñaste.
Nos toca la solidaridad que repartiste como aroma y nos tocan lágrimas
Por no poderte detener más tiempo entre nosotros.
Ve en paz amigo y hermano querido.
Te queremos mucho, Miguel, nos hace falta.