Las elecciones en la Constitución y las leyes

Las elecciones en la Constitución y las leyes

Ahora que se discute en la Asamblea Revisora el tema de las elecciones para los niveles Presidencial, Congresional y Municipal, cabe hacer algunas reflexiones acerca de la pertinencia política y económica de estos eventos, tan importantes para la democracia que el maestro Hostos las calificó de primer poder del Estado.

Parece que, a diferencia del año 1994, sectores poderosos favorecen la unificación de las elecciones en una sola fecha cada cuatro años; es decir, juntar con las presidenciales, las del Congreso y los ayuntamientos, como era antaño.

En esta ocasión se pretende además de elegir al Presidente de la República, los senadores y diputados, los síndicos y regidores, deberán además elegirse los legisladores del Parlamento Centroamericano, y eventualmente de otras regionales, así como los directores y demás miembros de los distritos municipales.

Así, se avisora un verdadero carnaval electoral cada cuatro años, pleno de confusiones y de arrastres absurdos en diferentes niveles, que en nada contribuyen a un sistema democrático funcional.

Si se quiere unificar el nivel superior del Estado, el que produce y ejecuta leyes de nivel nacional, solo habría que unir las elecciones para los poderes Legislativo y Ejecutivo; en tanto que bien podría quedar para dos años después las elecciones municipales y para miembros de los parlamentos regionales.

Los municipios constituyen un nivel diferente que no deben ser arrastrados por el nivel nacional y  de gobierno. Es lo que permite su autonomía con respecto a los Poderes Nacionales, como ha sucedido precisamente en comunidades municipales tan importantes como el Distrito Nacional, la provincia Santo Domingo y  Santiago.

De paso, ojalá que las actas de votación que se utilicen en el 2010 sean más claras y sencillas que las  del 2002 y el 2006, que trajeron tantos errores.

Por otra parte, en muchos países con las municipalidades secundarias (distritos municipales), sus directivos son elegidos conjuntamente con los municipios mayores; pero en lugar de haber doble votación, el más votado de los candidatos de esa demarcación será el alcalde de ésta,  y regidor al mismo tiempo del municipio principal, en tanto  todos a su vez eligen a su alcalde por votación indirecta.

Finalmente, para los casos de que ningún candidato a la Presidencia no alcance mas de la mitad de los votos escrutados, la segunda vuelta puede ahorrarse, como en Irlanda, Sri Lanca y otros países, votando simultáneamente  para una primera y una eventualmente para opción segunda; ahorrándole así al país los recursos, el tiempo y los conflictos de una campaña prolongada.

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