Una crisis que apremia

Una crisis que apremia

Por Claudio Cabrera

Redactor de Economía/HOY

En el transcurso de la semana pasada las cosas no parecían lo muy bastante claras para las autoridades y el país dadas las grandes exigencias del Fondo Monetario Internacional para que la economía vuelva a encausarse y se permita una gestión fiscal sana y manejable, dentro del amasijo de dificultades con que lidian las autoridades económicas desde hace meses.

Sin embargo, despejados ciertos aspectos, sobre todo en lo atinente a de dónde saldrán los fondos para que el ejercicio económico y fiscal del 2003 salde con los niveles programados y se resuelva el problema del sector eléctrico. Las aguas turbias con que cerraron las negociaciones para aplicar el anterior “Stand By”, surgen ahora más claras en un panorana mucho más esclarecido.

Emerge ante todo como producto de estas negociaciones la gran complejidad de problemas con que los países deben verse cara a cara con el Fondo Monetario, lo cual pone sobre la mesa el grado de complejidad a que han llegado las economías de los países en desarrollo como República Dominicana, en medio de un proceso de globalización e interdependenciaen materia económica.

Para ponerse en condiciones de cerrar la brecha fiscal acumulada al terminar este año 2003, y como resultado de la gran crisis originada de malos manejos por parte de un segmento importante del sistema financiero nacional, el gobierno debió encarar negociaciones con una parte importante del sector empresarial dominicano.

Hace poco culminaron tales negociaciones con la firma de sendos acuerdos de “Contribución Solidaria” entre los empresarios de zonas francas, el sector hotelero y turístico y con el sector exportador nacional.

[b]CONTROVERSIAS[/b]

La puesta en vigencia de la “Contribución Solidaria” acordada entre el gobierno y los tres sectores empresariales mencionados, estuvo antecedida de profundas divergencias que matizaron el ambiente previo a nuevas discusiones con el FMI.

El problema no era para menos. Todo ha ocurrido en medio de la peor crisis económica que el país encara desde 1984 cuando sufrió los embates de los organismos multilaterales, los cuales le imponían grandes condicionalidades para que procediese a efectuar cambios que permitiesen adentrarse a un tipo de acuerdo de estabilización económica con el organismo que rige las economías capitalistas mundiales.

En adición, debido al elevado nivel de los gastos corrientes en que tradicionalmente incurrían los gobiernos, los empresarios estaban remisos y poco dispuestos a acoger un sacrificio contributivo que iba a recargar su liquidez.

Para muchos, la iniciativa fue motivada para subsanar una situación que en parte se atribuye al propio gobierno, pero sin tomar en cuenta los orígenes de la crisis bancaria que estalló con la caída de tres bancos, principalmente el Baninter, resquebrajando las arcas estatales.

[b]UN FONDO QUE EMPUJA[/b]

Los tres acuerdos adoptados por hoteleros, empresarios de zonas francas y exportadores del país, hacen hincapié en reconocer que actualmente se “atraviesa por una delicada situación de crisis”. Por lo tanto fueron propiciados por la urgencia de un apremiante acuerdo con el FMI.

Este es el espíritu de los textos de los acuerdos que fueron signados por el Secretario de Estado de Finanzas, licenciado Rafael Calderón, por Arturo Peguero en representación de la Asociación Dominicana de Zonas Francas (ADOZONA) y por Jeannette Domínguez, directora ejecutiva del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación.

Acorde con el texto firmado, a fines del pasado mes de octubre se establecerá “un mecanismo para que el sector de Zonas Francas realice un aporte transitorio sobre la base del valor agregado nacional, con el propósito de contribuir equitativamente con los demás exportadores de bienes y servicios en la actual coyuntura económica que vive el país”.

Para ello, sostiene que se acogerá al momento del canje y entrega a través de los bancos comerciales “un diferencial” para ser destinado al Fondo de Estabilización Eléctrica que opera bajo la dirección de la Secretaría de Finanzas.

“El referido diferencial será de tres pesos dominicanos por cada unidad del dólar canjeado, siempre y cuando la tasa de cambio sea igual o mayor a los RD$33.0 por dólar”, indica el acuerdo.

Pero “en caso de que la tasa de cambio se encuentre en el rango de RD$31.0 a RD$32.0 por dólar, el diferencial corresponderá al valor que sobrepase los RD$31.0”. El acuerdo con efecto retroactivo, tendrá duración de hasta seis meses y termina el 31 de enero del 2004.

En el caso de los hoteleros, agrupados en la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes el texto es más explícito al indicar que “el Gobierno ha solicitado al sector hotelero representado por ASONAHORES que contribuya a cubrir el déficit fiscal como aporte a la solución de la crisis económica que vive el país”.

“El sector hotelero sostiene el documento , está dispuesto a colaborar para contribuir de manera voluntaria y solidaria a solucionar la crisis como forma de propiciar la reanudación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.

Este acuerdo recomienda a los miembros de la entidad que agrupa a los hoteleros en conjunto una Contribución Extraordinaria, Transitoria y Unica.

Para que los hoteles puedan estimar el monto del aporte que le corresponde, se utilizará el equivalente al monto de las exenciones del Impuesto a los Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) del 18% que tiene los hoteles con paquetes “todo inluído”, retroactiva a enero octubre del 2003.

El acuerdo firmado por la Secretaría de Finanzas entraron en vigor desde noviembre del 2003 con duración de sis meses o hasta tanto se acoja una Reforma Fiscal Integral, esperándose que ambas contribuciones aporten RD$125 millones mensuales.

Expresa que “los aportes estarán sujetos a una reanudación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un período no maayor a 60 días y a la aprobación de una Reforma Fiscal Integral en el mismo período”.

Advierte el texto del documento firmado por el Secretario de Finanzas Rafael Calderón, por el presidente de Asonahores Johnny Bernal y por la presidenta de la Conep Elena Viyella de Paliza, que “si la tasa de cambio de pesos por dólar desciende del nivel de 31 pesos por dólar o si el precio el barril de petróleo disminuye por debajo del nivel de US$18”.

Asimismo, tal como afirmó el Secretrio de Finanzas, licenciado Rafael Calderón, el texto sostiene que “el gobierno se comprometerá a no implementar recargos e impuestos adicionales al sector hotelero, tales como el 5% a los ingresos brutos en moneda extranjera generados por loe exportadores de bienes y servicios”.

En el tercer caso, entre las contribuciones acordadas con los exportadores nacionales, se acordó aplicar el cobro de un peso por cada dólar exportado, con lo cual queda también reemplazado el mecanismo que preveía una aplicación de un gravamen del 5%, aún la pieza haya sido aprobada por el Congreso Nacional.

Esto no estaba previsto por el acuerdo al momento de la firma, pero fue aclarado por Finanzas, a pesar de que los aportes por este concepto serían más modestos para el fisco dado el bajo monto de las exportaciones locales.

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