Damnificados inundaciones Cibao siguen quejándose por falta de ayuda

Damnificados inundaciones Cibao siguen quejándose por falta de ayuda

SANTIAGO.- Decenas de familias damnificadas por las recientes inundaciones y derrumbes de tierra en las proximidades de ríos, cañadas y arroyos en esta ciudad, continuaron quejándose ayer por lo que consideran poca ayuda recibida del gobierno.

Mientras tanto, varias comunidades rurales del distrito municipal de Pedro García se quedaron incomunicadas desde ayer, por deslizamientos de tierra y el tránsito por la carretera turística o Luperón, ha sido suspendido, debido al peligro que representa para los conductores.

En esa carretera se han producido deslizamientos de terreno y derrumbes de grandes rocas.

Entretanto, anoche, todavía las 12 brigadas de voluntarios de la Defensa Civil no habían concluido un levantamiento o censo de las familias afectadas por las inundaciones y derrumbes de tierra.

Se prometió que para hoy estará listo el informe final de la Defensa Civil sobre los daños ocasionados por las inundaciones.

[b]QUEJAS[/b]

Andrea Pichardo, una de las afectadas en el sector Bella Vista se quejó de que las reparticiones de colchones, frazadas, mosquiteros y comida cruda, “no han sido bien coordinadas”.

«Ayer estuvo la gente de Corporán debajo del puente Hermanos Patiño, pero los afectados de verdad casi no cogieron nada. Eso se volvió un tigueraje», expresó la señora Pichardo.

De su lado, el guardián Cristino del Carmen Ramírez también mostró su disconformided, ya que no le han dado nada. «La Defensa Civil vino por aquí y nos anotaron en un libro, solamente eso».

El obrero Amado Vargas, nativo de Constanza, manifestó que perdió todos los ajuares de su vivienda y que está sin trabajo, por lo que quiere que lo ayuden con un solar para mudar su «ranchito».

En iguales condiciones quedaron unas 470 familias diseminadas en cuatro zonas vulnerables, tales como Bartola, Puchulo, Villa Esperanza, barrio los Santos, Miraflores, la Pradera, las Cayenas, Rafey, Bella Vista Abajo, Ingenio Abajo, Nueva York Chiquito, Cañada del Diablo y las Mercedes.

Debido a que las raciones alimenticias entregadas a los damnificados son crudas, éstos han tenido que utilizar carbón y leña para cocerlos porque no disponen de estufas ni gas.

Yalenny Sánchez, de San Juan de la Maguana, quien llevaba un año residiendo en la ribera del Yaque, dijo que ni la ropa pudo salvar.

Otra queja de los damnificados por las inundaciones es que el personal del Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja y la Defensa Civil, fueron con poco tiempo a avisarles que debían desalojar las viviendas por el desagüe de la presa de Taveras.

«Cuando los ciclones David y Federico, mucha gente que vive al lado del Yaque pudo sacar sus enseres, pero ahora no hubo tiempo para nada», comentó Rafael Gutiérrez.

Aunque la Defensa Civil realizó un levantamiento, los objetivos del mismo es establecer cantidad de viviendas destruidas y los daños materiales, pero no se contempla entregar viviendas a los afectados.

En esta ciudad, las autoridades no llevaron damnificados a los puntos de refugios que tenían previamente establecidos, porque el gobierno no quiso contraer compromisos de entregar viviendas a los damnificados.

[b]PEDRO GARCIA[/b]

En cuanto a ese distrito municipal que está en la cordillera septentrional, la comunicación terrestre está interrumpida debido a los deslizamientos y derrumbes en los caminos vecinales.

Pedro Rafael Martínez, ex síndico, declaró que los productos agrícolas del lugar no se han podido sacar a los mercados, porque los caminos vecinales están intransitables.

Varias casas fueron derribadas por los derrumbes, aunque no se reportaron víctimas.

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