China condiciona perdón a Japón

China condiciona perdón a Japón

YAKARTA (EFE).- El presidente de la República Popular China, Hu Jintao, exigió ayer sábado al primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, que tome «medidas concretas» para corregir sus «acciones erróneas» de las últimas semanas. En la reunión que ambos líderes mantuvieron tras la conclusión de la Cumbre Asia-Africa en un lujoso hotel de Yakarta, el mandatario chino presentó un programa de cinco puntos que Japón debe respetar para ganarse el perdón de China.

Entre ellos, Hu pidió a Japón que «tome la historia como espejo» y que el «profundo remordimiento» que expresó Koizumi durante su discurso ante el plenario de la Cumbre Asia-Africa se desarrolle en medidas concretas.

«Los japoneses no deben hacer nada que afecte al pueblo de China», manifestó tras la reunión el portavoz de Hu Jintao, Qing Kong.

Hu exigió al dirigente japonés que no se mueva ni un ápice de la política de «una sola China» con respecto a Taiwán, y confió en que, en el futuro, ambos países puedan llegar a un consenso a través de un diálogo franco.

La adopción de estas medidas, y el «respeto de los compromisos adquiridos en 1972», año en que ambas naciones restablecieron lazos diplomáticos, permitirán que las relaciones sean estables y pacíficas.

La delegación china invitó al primer ministro japonés a desplazarse hasta el hotel donde se aloja Hu Jintao, que le hizo esperar antes de entrar en la reunión, lo que se entendió como una humillación al mandatario.

Por su parte, Koizumi insistió después de la reunión en que «debemos concentrarnos en promover las buenas relaciones con China».

Koizumi se negó a discutir cada punto concreto de la actual controversia que le enfrenta con China, algo que dejó en manos de su ministro de Asuntos Exteriores, y pidió centrarse en los negocios del presente, en lugar de en las heridas del pasado.

«China y Japón se necesitan ahora más que nunca», manifestó el jefe del gobierno nipón en rueda de prensa.

Hu Jintao adoptó durante la reunión un tono conciliador, pero agresivo al mismo tiempo y dejó claro que Japón deberá esforzarse para que sus relaciones mutuas sean pacíficas.

Sobretodo, insistió en que se siente ofendida por las recientes visitas de miembros del gobierno japonés a los santuarios donde Japón honra a sus héroes del período de la invasión de China, que causó 35 millones de muertos.

Con respecto a las exigencias de Koizumi a Hu Jintao sobre compensaciones por los ataques a sus intereses en China, el líder chino dijo que esta reunión no era el momento de tratar ese asunto.

En tono irónico, Qing declaró que el tono de la reunión «fue cándido», lo que confirma la importancia que ambos líderes dan a sus relaciones bilaterales.

Después de reunirse con Koizumi, Hu conversó con el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, cuyo papel mediador ha sido fundamental para que ambas partes se hayan reunido hoy.

Los chinos únicamente accedieron a reunirse con los japoneses después de que Koizumi expresase ayer, en la sesión inaugural de esta cumbre, su más «profundo remordimiento» por la crueldad de las acciones bélicas del colonialismo japonés, lo que se entendió como la disculpa que China venía exigiendo desde hace días.

Las relaciones entre ambos países se deterioraron hace varias semanas, cuando Japón publicó unos libros de texto oficiales en los que se maquillaba la cruenta invasión japonesa de China.

Asimismo, la relación empeoró cuando China expresó su oposición a que Japón entre a formar parte del Consejo de Seguridad de la ONU como miembro permanente, y cuando Japón otorgó permiso a varias empresas niponas para explorar campos petrolíferos donde actualmente operan firmas chinas.

Las diferencias entre Pekín y Tokio centraron la atención en la Cumbre Asia-Africa concluida hoy en Yakarta, y eclipsaron el resto de intervenciones en la reunión que acogió a representantes de un centenar de naciones de ambos continentes.

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