Adherentes a la Teología de la liberación extienden un ramo de olivo al Papa

Adherentes a la Teología de la liberación extienden un ramo de olivo al Papa

Por Luis Jaime Cisneros
LIMA, Abr 21 (AFP) – Los «liberacionistas» de América Latina le extendieron el jueves un ramo de olivo -símbolo de la orden benedictina- al flamante papa Benedicto XVI tras recordar que éste solucionó las diferencias entre Roma y la Teología de la liberación hace dos décadas.

«Vamos a seguir con nuestro trabajo porque desde hace casi dos décadas el cardenal Joseph Ratzinger no hizo más críticas a la teología de la liberación», dijo a la AFP Cecilia Tovar, del instituto Bartolomé de las Casas, que preside el sacerdote Gustavo Gutiérrez, uno de los principales inspiradores de esta teología.

Tovar, una filósofa, resaltó que el Vaticano zanjó las críticas que le hizo a la teología de la liberación hace dos décadas (1984) y que desde entonces no han vuelto a estar en el ojo de la tormenta.

Puntualizó que Ratzinger, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe, destacó la opción por los pobres que enfatiza la teologia de la liberación en los textos del Vaticano críticos de 1984 y 1986.

Tovar sostuvo que en opinión de los «liberacionistas», Ratzinger no es una persona cercana al Opus Dei, como lo fue el difunto Juan Pablo II, e incluso dijo a la AFP que según las informaciones que recibieron, durante las votaciones del cánclave los cardenales más conservadores se inclinaron por el italiano Carlo María Martini.

Según informaciones filtradas por otros cardenales a la prensa italiana, Ratzinger no consiguió el mayor número de sufragios en la primera ronda, el lunes por la tarde, al ser relegado en las votaciones por el cardenal Martini.

El Opus Dei (obra de Dios en español) es el movimiento ultraconservador católico, cuyo fundador el español Josemaría Escrivá de Balaguer se convirtió en santo el 2002 en uno de los procesos más rápidos de la historia.

Tovar atribuyó al Opus Dei, que dominó el entorno de Juan Pablo II, haber difundido la versión de una condena a la teología de la liberación para sacarla del camino en la región bajo el pretexto de que alentaba la lucha de clases.

«El problema se acabó hace tiempo y desde 1986 Roma no lo menciona. Si alguna duda tuvo, ya la absolvió», dijo Tovar, quien enfatizó que Ratzinger jamás condenó por su nombre a ningún teólogo latinoamericano.

En el caso del brasileño Leonardo Boff, a quien Ratzinger sancionó con un voto de silencio por un año en 1984, Tovar recordó que Boff -fraile franciscano- decidió colgar los hábitos por decisión propia.

Según los «liberacionistas» peruanos, Gustavo Gutiérrez mantiene una relación cordial con Ratzinger.

También midieron sus críticas al flamante papa, a quien desde Europa se le cuestiona por su rigidez doctrinaria en un mundo moderno que implica desafíos sociales múltiples como el sacerdocio femenino y fin del celibato de los sacerdotes, entre otros temas.

«No nos apresuremos en juzgar si se trata de un papa conservador o más conservador que Juan Pablo II», señaló.

«Debemos darle tiempo a que despliegue sus acciones, aún no es tiempo para decir que su papado pueda ser negativo para América Latina», agregó.

Reconoció que Benedic XVI pondrá más acento en Europa, donde se ha producido una caída alarmante de fieles en la iglesia católica.

En días previos a la elección los seguidores de la teología de la liberación habían indicado que esperaban que el sucesor de Juan Pablo II profundice las reformas impulsadas por el Concilio Vaticano II (1962) y las conferencias del episcopado latinoamericano de Medellín (1968) y Puebla (1979).

Para el Vaticano, la teología de la liberación fue un constante dolor de cabeza, en especial en Brasil, bastión del catolicismo en América Latina, y en El Salvador y Nicaragua.

La teología de la liberación tuvo una de sus principales fuentes inspiradoras en Perú, en 1971. Un libro de Gutiérrez dio nombre a esta reflexión teológica, para la cual el mensaje cristiano no es puramente espiritual, sino que implica superar las injusticias terrenales, lo que en América Latina obliga a una profunda reforma de las estructuras políticas y económicas.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas