Compras al BCE dejan Pyme sin préstamos

Compras al BCE dejan Pyme sin préstamos

El crédito a empresas y familias sigue cayendo con rapidez y no se espera una estabilización hasta algún momento indeterminado de 2014. Por dos razones: hay menor demanda de préstamos por culpa de la crisis y los bancos prefieren usar el dinero barato que obtienen del Banco Central Europeo (BCE) en comprar deuda pública que en financiar al sector privado.

Así se desprende del informe publicado ayer por la Comisión Europea y el BCE, dos de las tres patas de la troika que supervisa el rescate bancario español, por el que el Gobierno pidió 41.333 millones de euros al fondo de rescate europeo.

Se trata del cuarto y penúltimo informe antes de que en enero el programa se cierre de forma limpia (sin prórrogas ni líneas de crédito preventivas), tal y como decidió el Eurogrupo el jueves pasado.

«El incremento en paralelo del crédito al Gobierno y las actividades de carry trade [tomar prestado del BCE a tipos bajos y usar ese dinero para comprar deuda pública] ha reforzado los beneficios de la banca, pero, al mismo tiempo, ha reducido los incentivos para asumir más riesgos y prestar a la economía real», afirma el informe.

«Aunque a corto plazo dar crédito al Gobierno puede dar apoyo a los bancos, a largo plazo puede acaparar el crédito que iría al sector privado, con un impacto negativo para la recuperación económica», advierten el BCE y la Comisión.

Los datos hablan por sí solos. Descontadas las transferencias de activos a la Sareb, el crédito al sector privado nacional cayó un 9 por ciento interanual en septiembre, lo que apenas supone una «ligera desaceleración desde los niveles de junio y julio».

Este descenso del crédito proviene de una reducción del 5% interanual del préstamo a hogares y del 11 por ciento del préstamo a empresas.

En cambio, el crédito a las administraciones públicas (incluyendo las compras de deuda) ha aumentado al 10% interanual en septiembre. Comisión y BCE apuntan que los bancos atribuyen la caída del crédito al sector privado a «la debilidad de la demanda solvente», aunque el informe indica que «también hay factores de oferta».

En este sentido, a la acumulación de financiación por parte del sector público añade las «necesidades de desapalancamiento del sector financiero y no financiero», y la «aversión a largo plazo mientras sigue desarrollándose el ajuste económico».

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