Qué  se dice

Qué  se dice

La nota discordante.- Talvez hubo que recordarle, así fuese de manera “diplomática”, que ya no estamos en el gobierno de Leonel, donde los funcionarios convertían los ministerios  en reinos particulares donde hacían lo que les daba la gana sin que el Príncipe  interviniera ni para allá mirara, pero es evidente que solo un jalón de orejas (que lamentablemente solo puede ser metafórico) hubiera hecho  entrar en razones al “nuevo” Contralor General de la República.

Durante una visita al Palacio Nacional, el funcionario declaró que el problema de los cancelados en esa institución ya está resuelto, pues ya se ha empezado a reintegrarlos a sus funciones. No dijo más de ahí, hombre de pocas palabras (al menos con la prensa), pero lo que ha dicho  ha sido suficiente para que la opinión pública se de por enterada de que la Contraloría General de la República y su incumbente ya no son la nota discordante en una administración que por ningún motivo quiere que se le perciba como capaz de cancelar, de manera desconsiderada   e ilegal, a sus propios compañeros de partido.  

¿Cuartos para el Metro?.- El ingeniero Diandino Peña sabrá porque lo dice y, si lo dice, habrá que creérselo, pero en las presentes circunstancias cualquiera pone en duda la promesa que, según Diandino, le hizo el presidente Danilo Medina de proveerle los fondos necesarios para terminar este año la segunda línea del Metro de Santo Domingo. Cierto es que se trata de una obra que, por su magnitud y trascendencia, pero sobre todo por todo lo que se ha invertido (?¿) en ella, lo más razonable y aconsejable es concluirla lo antes posible para evitar que a causa de una prolongada paralización se pierda lo más por lo menos, como suele decirse, pero también lo es que el estado de las arcas públicas le dejan muy poco margen al gobierno para destinar recursos a una obra cuya prioridad siempre ha sido discutible.

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