Una logística que no debe fallar

Una logística que  no debe fallar

Las autoridades sanitarias han sido las primeras en definir a las Unidades de Atención Primaria como el eje fundamental de la asistencia médica en el ámbito de la seguridad social. Han dicho que estas áreas permitirían curar la mayor parte de los quebrantos de salud que mucha gente lleva, innecesariamente, hasta las consultas de los especialistas. Pero con sus hechos las autoridades se desmienten, pues en las Unidades de Atención Primaria hay una escasez notable de fármacos y materiales.

En estos momentos, cuando la epidemia de chikungunya provoca una demanda de atención que desborda la capacidad de los hospitales, es cuando menos debe fallar el abastecimiento de la reducida variedad de fármacos que se necesitan para atender la enfermedad. Salvo complicaciones, que parecen muy escasas, los pacientes de esta enfermedad viral se recuperan con la atención que reciben en las Unidades de Atención Primaria.

Para que estas unidades puedan jugar su papel y para que los pacientes no se vean obligados a acudir innecesariamente a áreas de medicina especializada, es preciso que la logística de abastecimiento esté bien afinada, con inventarios que permitan cubrir satisfactoriamente las necesidades del momento. Y suerte que ha sido una enfermedad no letal la que ha puesto en aprietos nuestro sistema de salud.

Patentícelo, señor Presidente

La FAO se ha interesado por el estilo muy propio del Presidente Danilo Medina para atender las necesidades de los pequeños y medianos productores. El organismo lo ha invitado para que exponga ante su membresía, allá en su sede en Roma, esa estrategia de atención a productores con la que el mandatario reemplaza, coyunturalmente, reformas estructurales que se necesitan para institucionalizar el acceso al crédito agropecuario.

Medina ha demostrado que no es necesario un gran aspaviento para hacer lo que corresponde desde el poder. La virtud de mojarse los ruedos saltando charcos, con escasa o muy disimulada escolta, y codearse con los de muy abajo, ha tenido efectos muy positivos para el productor del campo que, de paso, ha comprobado que un Presidente es un ser de carne y hueso. Enhorabuena, señor Presidente. Patentice esa sencillez que tanto bien está haciendo.

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