A 150 años del proyecto anexionista de Báez y Grant

A 150 años del proyecto anexionista de Báez y Grant

-I-
Hoy, 29 de noviembre, se cumplen 150 años del tratado de anexión de la República Dominicana a los Estados Unidos, con el auspicio de los presidentes Buenaventura Báez, dominicano, y Ulysses Grant, estadounidense. Ese día de 1869, firmaron Manuel María Gautier, en nombre del Gobierno dominicano, y Reymond H. Perry, en representación del estadounidense. El 30 de junio de 1870, el Senado estadounidense rechazó la ratificación del tratado.
(El más reciente libro de Bernardo Vega trata sobre el tema de este artículo: La cuestión racial y el proyecto dominicano de anexión a los Estados Unidos en 1870, edición de la Academia Dominicana de la Historia, Editora Búho, Santo Domingo, D.N., R.D., 2019. En 1997, el autor de este artículo publicó Anexionismo y Resistencia, Relaciones domínico-norteamericanas en tiempos de Grant, Báez y Luperón, Editora Alfa & Omega, referido al mismo tema).

Como antecedente inmediato de este proyecto anexionista, figuran las acciones del Gobierno encabezado por Andrew Johnson (1865-1869), el sucesor del asesinado presidente Abraham Lincoln, cuya política exterior destacaba la adquisición de los territorios continentales de Alaska y Canadá, así como en las caribeñas bahía de Samaná e Islas Vírgenes. El gestor de esa etapa expansionista fue William H. Seward, su secretario de Estado.

Además de darle continuidad a esos procesos, el presidente Ulises Grant dirigió su política exterior hacia la anexión de la República Dominicana. El presidente dominicano había reanudado sus propuestas de anexión a los gobiernos de Franklin Pierce y Andrew Johnson. Para Grant esa era una oportunidad que no debía perderse, y el 17 de julio de 1869 salía de Nueva York el general Orville E. Babcock, secretario privado del Presidente, con rumbo a nuestro país. El 4 de septiembre (1869) se firma con carácter informal el proyecto de anexión, lo cual se expresa en la introducción:
“Las siguientes bases, que servirán para enmarcar un tratado definitivo entre los Estados Unidos y la República Dominicana, han sido redactadas y acordadas por el general Orville E. Babcock, edecán de Su Excelencia el General Ulysses S. Grant, Presidente de los Estados Unidos de América, y su agente especial en la República Dominicana, y el Sr. Manuel María Gautier, Secretario de Estado de los Departamentos de Interior y Policía, encargado de las relaciones exteriores de dicha República Dominicana”.

Estas bases expresaban que la aceptación de la anexión por parte de la República Dominicana obligaría al Gobierno estadounidense a anticipar 1,500,000 dólares a fin de liquidar la deuda pública dominicana. En caso de que el Senado de los Estados Unidos no aprobara el proyecto, “el Gobierno dominicano aceptaría, como precio de venta de Samaná, los dos millones de dólares en moneda ($2,000,000) que el mismo Gobierno de los Estados Unidos le ofreció bajo la administración del Presidente Johnson”. En el artículo tercero el presidente Grant asumió “la obligación de remitir de inmediato al Gobierno dominicano la suma de ciento cincuenta mil dólares en efectivo, y cincuenta mil en armamentos, con el fin de costear los inevitables gastos del Estado”.

Ya para entonces los generales Gregorio Luperón, José María Cabral y Pedro Antonio Pimentel encabezaban la resistencia dominicana a los proyectos anexionistas de Báez y de Grant.

En la primera semana de septiembre de 1869, el general Babcock salía de Santo Domingo con rumbo a su país. Esa misión confidencial provocó revuelos en Washing- ton. No solo fue objetada por el senador Charles Sumner y demás opositores a la anexión, sino que incluso se afirmó que al no estar enterado de los detalles de la misión, el secretario Hamilton Fish presentó su renuncia al cargo y que se mantuvo en él por los ruegos de Grant. Sobre este episodio hay informaciones contradictorias. Lo importante es que el gabinete Grant apoyó las gestiones del presidente en torno a la anexión, y el 18 de noviembre Babcock llegaba a Santo Domingo por segunda vez “con unas extensas instrucciones del Secretario Fish junto con minutas de los tratados que estaba autorizado a negociar y que debía firmar el nuevo Agente Comercial estadounidense en la República Dominicana, Reymond H . Perry.

Según estas instrucciones, el general Babcock debía negociar dos tratados: Uno sobre la anexión del país, y otro contemplaba un arrendamiento de la bahía de Samaná durante un período de 99 años. El 29 de noviembre sería firmado tanto el Tratado de Anexión como la Convención mediante la cual se arrendaba la bahía y la península de Samaná, “habiendo decidido el Presidente Grant que dicha Convención sería ratificada por el Senado de los Estados Unidos, aún en el caso fortuito y remoto, según él pensaba, de que el Tratado de Anexión fuese rechazado”.

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