Un día como hoy, hace 17 años, el mundo de la música sufrió la pérdida de una de sus más emblemáticas exponentes en la persona de la cubana Celia Cruz.

La Guarachera de Cuba suspendió para siempre su presencia física de los escenarios para convertirse en una gran leyenda, que permanecerá viva en la memoria de sus fanáticos, con su incalculable repertorio de ritmos caribeños.

Sin dudas, este ícono musical dejó su marca imborrable para todos en el continente, donde tuvo más fuerza su carrera artística, seguirá siendo un baluarte el cual ha sido colocado en un lugar especial en la historia de la música mundial.

Celia Cruz en su larga trayectoria realizó duetos con importantes artistas, con los que además hizo una gran amistad.

«La Reina de la Salsa” nació el 21 de octubre de 1925 en La Habana y falleció el 16 de julio de 2003 en Fort Lee, Nueva Jersey, Estados Unidos.

Desde niña le gustaba cantar y bailar en programas de radio para aficionados, pero no fue hasta 1948, cuando Roderico Rodney Neyra funda el grupo de bailarinas Las Mulatas de Fuego y Celia fue contratada junto a este grupo como cantante, alcanzando un gran éxito.

En Venezuela fue contratada para grabar sus primeros discos de 78 RPM con la disquera Comercial Serfaty, respaldada por la Orquesta Leonard Melody.

La época de oro de Celia Cruz inicia a partir del 3 de agosto de 1950, cuando ingresó a la Sonora Matancera en el puesto de la cantautora Myrta Silva, donde se mantuvo hasta 1965.
En ese conjunto conoció al que sería su futuro esposo: Pedro Knight, segundo trompetista de La Sonora, con quien se casó en 1962.

A partir de 1966 se asocia con Tito Puente, dando como resultado cinco exitosos álbumes, para luego formar parte de La Fania, con el desaparecido Jerry Masucci y el destacado músico dominicano Johnny Pacheco, de donde salieron éxitos musicales como “Toro Mata”, arreglado por Bobby Valentín; “Canto a La Habana”, de A. Castillo, arreglado por Pappo Lucca, y “Pregón del pescador”, arreglado por Bobby Valentín.

En 1977, la artista grabó su primer disco con el trombonista y orquestador de salsa Willie Colón, fusión que se repetiría en 1981 y en 1987.