Maurice Hennessy es la octava generación de los productores de cognac más famosos del mundo. El cognac de Hennesy tiene cerca de 200 años en suelo dominicano, pero su historia suma cinco decenas de años más: la marca celebra este año su 250 aniversario. Maurice es su embajador oficial y recorre el mundo representando la marca cuyo fundador y ancestro era un irlandés.

Los orígenes. Richard Hennessy era un joven irlandés que decidió pelear en la armada del rey francés Luis XV. Como recompensa a sus servicios le fue entregada una porción de tierra en un pueblito que tiene la denominación de origen de todo cognac que se vende en el planeta y que -por cierto- tiene el mismo nombre: Cognac.

Ubicado al oeste de Francia, este es el lugar donde Maurice vivió gran parte de su vida y donde reside actualmente. “Cognac es una pequeña ciudad de 18 000 personas, una ciudad campesina con viñas por toda la región. Tiempo atrás era muy viva, pero es donde vivo y me gusta mucho. Allí vive mi familia, y la familia es muy importante”, explica Maurice. Fue ahí donde Richard Hennesy empezó a producir esta marca en 1765; posteriormente continuó su hijo James y -subsecuentemente- las generaciones que siguieron.

A pesar de la fuerte tradición familiar de la bebida, su padre era un científico y él en principio pensó en ser bombero, monje y agricultor. Pero en el ADN de los Hennessy hay una pasión especial por esta bebida; y aquí le tenemos viajando por toda Rusia, Kazajistán, América y Asia, por mencionar algunos países y continentes: “Yo me encuentro con distribuidores, consumidores, dueños de supermercados… me gusta mucho la gente.

Maurice es una persona de espíritu franco y alegre, que suelta una carcajada por frase.

El secreto de Hennessy. Si hubiese algún secreto en su elaboración, Maurice asegura que no nos lo revelaría, pero según estimaciones la marca vende 120 botellas por minuto y 3 millones de cajas al año. “Pienso que Hennesy tiene mucho éxito porque a la gente le gusta mucho. Es la única marca con una dinastía de maestro de bodegas. Todos tienen maestro de bodegas, pero en Hennessy tenemos la misma familia desde el siglo XIX”, afirma con una sonrisa. “Armonía, elegancia y profundidad” son tres de las características que para Maurice definen el cognac que por tantos años ha elaborado su familia.

En esta ocasión vino al país a presentar una edición limitada, creada por el maestro Yann Fillioux con una mezcla de brandis de 15 a 35 años en 250 barricadas de madera de roble Limousin de 250 litros cada una. Es la Hennessy 250 Collector Blend. El diseño de la botella es de Stéphanie Balini.

“Hacerles conocer Hennessy”. El cognac es una bebida mundialmente famosa y en el país su competencia directa es el whisky de 12 o 18 años, expresa Maurice. “Aquí hay muchos consumidores de whisky, intentamos trabajar con ellos para hacerles conocer Hennessy”, expresa. En Francia la historia es otra: es la patria del cognac y pequeñas y grandes marcas se disputan el mercado.

Sin embargo, la marca francesa de vino y bebidas espirituosas está también asociada a la venta de productos de lujo bajo la firma LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy), una fusión entre la casa de modas Louis Vuitton y Moët Hennessy, que se realizó en el 1987.