El 28 de este mes se cumplieron 47 años del asesinato del periodista Gregorio García Castro (Goyito) y todavía queda en el aire la pregunta sobre quién marcó el teléfono 809-688-3311, de la redacción del periódico Ultima Hora, para invitarle a que bajara a la calle Mercedes.
Eran las 7:20 de la noche cuando Goyito atendió la engañosa llamada que le costó la vida.
Las investigaciones policiales establecieron que los autores materiales fueron el teniente Juan María Arias Sánchez, que momentos después se presentó al lugar vistiendo ropa de civil. Los otros imputados fueron los cabos José Rafael Pérez y Milton de la Cruz Lemus. Año y medio después, el 15 de agosto de 1974, la Cuarta Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional los descargó.
Arias Sánchez murió en la penitenciaria de La Victoria, donde guardaba prisión por la muerte del joven de 17 años Freddy Sosa Martínez, en el sector San Carlos, asesinato que repudió García Castro, tanto en el vespertino Ultima Hora, donde era jefe de redacción, como en los programas que producía por la televisión.
Múltiples fueron las especulaciones que surgieron sobre el crimen del autor de la columna En un Tris, la más leída del diarismo nacional, que hasta involucraban sectores vinculados al Gobierno.
El espectro de esos comentarios alcanzó al secretario sin cartera Sócrates Pichardo, a quien un editorial del Listín Diario proponía que se investigara sobre el vil asesinato.
Pichardo y el abogado incidentalista Rafael Duarte Pepín demandaron al director del matutino, don Rafael Herrera, y obtuvieron ganancia de causa.
El impasse fue tan crítico que oficiales de la justicia intentaron sellar las instalaciones del periódico, en su antigua dirección de la calle 19 de Marzo, entre Luperón y Salomé Ureña. La litis fue casada por la intervención del presidente Joaquín Balaguer.
El crimen de Goyito ocurrió exactamente mes y medio después de la muerte del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó (16 de febrero de 1973) y más adelante Ultima Hora publicó la histórica entrevista al guerrillero Toribio Peña Jáquez, uno de los participantes en el desembarco en la playa Caracoles.
Sobre el encuentro periodístico con el guerrillero García Castro nada tuvo que ver y cuando al regreso a la capital le hablaron sobre el particular se opuso a la publicación, “no por el contenido, sino porque considero que el momento no era oportuno”, me narró su hijo Enrique García Frómeta.
Así como los comentarios y reportajes sobre las acciones vandálicas del grupo denominado “La Banda”, la muerte de los jóvenes del grupo Los Palmeros, en la avenida Las Américas, y la corrupción en algunos sectores gubernamentales.
Después del golpe de Estado al profesor Juan Bosch, Goyito fue deportado a Puerto Rico, donde siguió combatiendo el Triunvirato y denunciando internacionalmente la ilegalidad de ese gobierno defacto.
Desde el exilio establece contacto con el también exiliado en Nueva York, el doctor Joaquín Balaguer, y fundan el Partido Acción Social que dio origen al Partido Reformista, que ganó las elecciones de 1966. El nuevo Gobierno lo designa en el “carguito” de director de Información y Publicaciones de la Secretaría de Agricultura, con un sueldo de $245.00 mensuales, posición que el autor de estas notas pasó a ocupar, por recomendación suya, cuando ingresó al vespertino Ultima Hora.
Goyito fue de los fundadores del Sindicato Nacional de Periodistas Profesionales (SNPP) y junto a los periodistas don Alvaro Arvelo hijo, Eliseo de Peña Durán, Emilio Herasme Peña, Santiago Estrella Veloz y Victoriano Féliz dirigieron el primer comité gestor del gremio. Por gestiones suyas el síndico del Distrito, doctor Manolín Jiménez, donó al sindicato el local que ocupa en el Centro de los Héroes.