Era la 1:30 de la tarde del 24 de abril del 1965, cuando José Francisco Peña Gómez hizo el llamado a través del programa radial Tribuna Democrática para que la población se lanzara a las calles a respaldar los militares que habían apresado a la oficialidad en el campamento del kilómetro 25 de la autopista Duarte, luego de derrocar al presidente Donald Reid Cabral.

Al principio, fue más confusión que combate lo que se produjo. Ya en la tarde, en el puente Duarte, cuando militares del Centro de Entrenamiento de las Fuerzas Armadas (CEFA), con Elias Wessin a la cabeza, intentaron ocupar posiciones en la ciudad.

Es a partir de las 3:00 de la tarde cuando se inician los enfrentamientos entre los militares que luchaban la vuelta a la Constitución del 1963 y el retorno de Juan Bosch al poder, quien fuera derrocado en septiembre de ese año por sectores conservadores y trujillistas en contra de las reformas iniciadas.

Los constitucionalistas contaban con amplio apoyo de la población que se sumó a la revolución, apoyando con diferentes medios y determinación.

Así comenzó la Revolución de Abril del 1965, hecho que marcó a la sociedad dominicana y que provocó la segunda intervención de los Estados Unidos, el 28 de abril con la llegada de los marines.

Puede leer: Testimonios póstumos de abril

De esta manera se vulnera la soberanía e impide que se lograran los propósitos de los constitucionalistas que hasta ese momento ganaban la contienda.

Los combates se concentraron en la capital, donde los constitucionalistas tenían control; mientras que, los autodenominado “leales”, intentaba tomar la ciudad, llegando desde la base militar de San Isidro.

El puente Duarte se convirtió en la línea de combate. Los constitucionalistas, tras una lucha feroz, derrotaron a las tropas “leales”. Cuando se preparaban para tomar San Isidro, llegaron los “gringos” y frustraron los planes.

El conflicto terminó el 3 de septiembre.

Diversidad

Una característica a destacar de la guerra fue la participación amplia de militares jóvenes en la causa constitucionalista, encabezados por el coronel Fernández Domínez y Francisco Camaño Deñó.

Igualmente, fue decisivo el papepel de los partidos de izquierda, del Revolucionario Dominicano y el Reformista, así como de sectores progresistas y de la población humilde.