A 68 años del primer examen para locutores

A 68 años del primer examen para locutores

POR RUBÉN DARÍO APONTE
El lunes 18 de abril de 1938, hace 68 años, nació la honrosa profesión de locutor en la República Dominicana.

Ese día, dando cumplimiento a la nueva Ley de Vías de Comunicación No. 1474 del 11 de marzo de 1938, más de cuarenta locutores, entonces conocidos como “anunciadores”, acudieron al llamado a la Dirección del Servicio de Radiocomunicaciones. Gente de distintas partes del país se dio cita en esta memorable ocasión para entrar por la puerta grande de la historia.

El examen, convocado para iniciarse a las 7:30 de la noche en los salones de la emisora oficial HIX “Atenas del Nuevo Mundo”, situada en un edificio de la Avenida Duarte, en Villa Francisca, sería impartido por un Jurado Examinador encabezado por los señores Manuel Emilio Nanita, Superintendente General de Comunicaciones, y J. Román Saladín, Director del Servicio de Radiocomunicaciones.

El Jurado estaba compuesto además por los señores Andrés Cordero Puello (don Pupo), Guarionex Saladín, y el bachiller Mario Vallejo.

Después de confirmar la presencia de los examinados, se procedió a impartir la prueba que consistía en tomar un libro cualquiera y abrirlo al azar para que el locutor leyera frente al micrófono. Todos los presentes tomaron el examen. Finalizado el mismo, alrededor de las once de la noche, los miembros del Jurado procedieron a verificar las calificaciones y emitieron su veredicto, resultando aprobada la mayoría de los asistentes con notas entre 70 y cien puntos.

El primer locutor examinado y aprobado por el Jurado fue, el señor Vinicio Saladín quien obtuvo nota sobresaliente de 100 puntos. Según sendas notas publicadas en la ocasión por los periódicos La Opinión y el Listín Diario, los demás locutores examinados que obtuvieron una puntuación similar fueron:

Carlos Vallejo de la Concha (Guigo), Frank Hatton, Rafael Pellerano, Alonso de Alonzo, Belisario Curiel, Marcos A. Cordero, Armando Goico, Milagros Gómez de Cuervo, Julio Granados Grullón, Puro Benítez, Julio O. García Alardo, Georgina Miniño de García, Expedito Pou, Fidencio Garris, Raúl Betances Ricart, Srta. Clementina Henríquez, Miguel Zaglul, Antonio Zaglul Elmudesi, Luis E. Smith, Julio C. Linval, Fausto M. Donastorg, Raúl Henríquez, Armando A. Rojas, Octaviano (Vianito) Portuondo y Enrique Santamaría.

Con noventa puntos fueron aprobados los señores Pedro Julio Santana, Generoso Sarnelli, José A. Braga, Profirio A. Vásquez y Homero Hoepelman. También pasaron, pero con ochenta puntos, Juan José Bravo, Horacio Pérez, Ernesto Sixto Barbosa, Julio César Félix, Carlos Andreoni y Bienvenido Saladín.

Y finalmente, con setenta puntos pasaron la prueba los señores Héctor J. Díaz, Rafael C. Senior, Baudilio Custals Pellicer, Julián Espinal Martínez (Potemkin), y Rafael E. Tavarez (Paquita Escribano). Cuarintiun locutores se convirtieron ese día en Pioneros de la Locución dominicana.

De acuerdo con la información de la fecha, los que obtuvieron menos puntuación fueron rechazados y se les prohibió continuar trabajando como locutores de Radio.

La noche siguiente, 116 de abril, se ofreció otro examen pero esta vez para técnicos de radiodifusoras, sin embargo se hizo una excepción para examinar a un locutor que, aunque estaba inscrito, no pudo hacerlo la noche anterior, en razón de que como nos pasa a todos, tuvo que cubrir la ausencia de los compañeros que laboraban con el, en Radio HIN, quienes habían acudido a tomar el primer examen.

Ese locutor tenía por nombre Homero León Díaz y aunque no tomó el examen la primera vez, se convirtió en Pionero de la locución nacional, y en el único locutor de ese grupo que ejerció la profesión por más de cincuenta y cinco años en nuestro país.

Los locutores aprobados esa inolvidable noche de abril, recibieron Certificados de Suficiencia otorgados por la Dirección Técnica de Radiocomunicaciones. En dichos Certificados se indicaba que “el interesado ha cumplido con la formidable indicada por la Ley”; los mismos eran autorizados por el Poder Ejecutivo.

Treinta y seis años más tarde, en conmemoración de esa fecha, el Presidente de la República Doctor Joaquín Balaguer, emitió el Decreto No. 4476, del 2 de abril de 1974, instituyendo el 18 de abril como “Día del Locutor Profesional”.

Hoy, 68 años después de se primer examen, recordamos con orgullo a aquellos verdaderos Maestros del buen decir, hombres que aportaron sus talentos y sus capacidades para sentar las bases de una profesión digna que nos honra y ha dado grandes satisfacciones. Pero hace falta algo. Nos falta el apoyo y la protección de aquellas instituciones encargadas de velar por la buena salud física, mental y económica que nos dan la tranquilidad y la seguridad de un final feliz, cuando nos hacemos viejos.

Aún esperamos por eso.

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