¡A ayunar se ha dicho!

¡A ayunar se ha dicho!

Las Sagradas Escrituras ordenan ayunar cada cierto período de tiempo. Y no por economía, sino como un ejercicio espiritual.

A los dominicanos nos están obligando a ayunar o, al menos, comer menos que de costumbre.

Teófilo Abréu, editor de la sección de provincias de Hoy, tuvo una idea muy buena. Dijo que ayunará una vez por semana, lo que significará que al final del año habrá ayunado 52 veces. Con un presupuesto de RD$200.00 diarios para comida, Teo se ahorrará anualmente nada menos que once mil pesos, habrá rebajado de peso y estará en mejor situación física.

Ahora, yo tengo el deber de señalarle el camino a los dominicanos de escasos recursos económicos, para que no pasen hambre ahora… y en el futuro.

Primero, eliminar las flores de los jardines y, en su lugar, sembrar berenjenas y ajíes cubanela.

En los alrededores del patio de su casa (si es que tiene patio… y casa), siembre una mata de plátano cada tres pies. Si puede sembrar 50 matas, en menos de un año tendrá plátanos para vender… y regalar.

Entre mata de plátano y mata de plátano, siembre orégano, comino, yerba buena, cilantro ancho, etc., etc. Además, constrúyase un pequeño gallinero y meta 15 pollas con un par de gallos «cumplidores», y en tres o cuatro semanas tendrá diariamente una docena de huevos «de la casa».

Una mata de aguacates de los míos, es una promesa de que durante tres meses al año comerá usted los mejores «avocados» del mundo. Y figúrese usted un buen mangú, sazonado con yerba buena y orégano y debidamente «adornado» con dos suculentos huevos criollos fritos en aceite de ajo con dos tajadas de «ese» aguacate.

n lugar de tener tarros con dalias, claveles reventones y azucenas, téngalos sí, pero sembrados de tomates,lechugas, rábanos, etc., y tendrá ensaladas gratis.

Al paso en que van las cosas, tendrá que olvidarse del arroz y las habichuelas, de los quesos, jamones, salamis, pescados, etc.

Figúrese usted que una vil tilapia cuesta cinco pesos más la libra que una merluza del Mediterráneo.

Cada vez que voy a un supermercado me viene a la mente «ipso facto» la figura de Hipólito Mejía y sus promesas electorales. Lo malo es que él se olvidó de las mismas, comenzando por su «lucha contra la promesa» y terminando con la conclusión de la crisis energética. Ahora lo que hace es ir a Panamá y tratar a Colin Powell como si fuera un amigo de toda la vida.

El caso es que en este país estamos ya en la etapa en la que el que no tenga su comida sembrada, pasará un hambre de cuadritos.Y aquel que compre la «pica pica» y las sardinas a RD$19.00 la latica, tendrá que ser incluido entre las «familias pudientes» del país.

Ahora con el pollo a RD$30.00 la libra y el huevo a RD$90.00 el cartón, los recuerdos de la pasada campaña electoral me causan una depresión peligrosa. Carajo, dejarnos engañar, …eso parte el alma.

Ahora, cuando el hombre diga «hasta aquí llegó mi amor», veremos a mucha gente correr a aeropuertos, embajadas, consulados, meterse debajo de la cama, etc. O sea, a los responsables de que yo escriba esta Humorada.

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