A Camelia Disla

A Camelia Disla

Con la dignidad y paz con que vivió, expiró en la tarde del pasado miércoles una maestra que educó y se entregó, sin reservas, a una comunidad que  llora desconsolada su partida.

Altagracia Camelia Disla cultivó con amor la educación durante 79 años ininterrumpidos, pues siendo una mozalbete de apenas 17  se inició con pasión a una profesión  que ejerció hasta  su partida.

Su bondad y trato maternal con sus alumnos, entre los que se destacó José Francisco Peña Gómez, no les impidieron educar con rectitud a  los maeños que tuvimos el privilegio de recibir sus orientaciones.

Los reconocimientos recibidos del Poder Ejecutivo, el Senado de la República, la Fundación  Consuelo Pepín e innúmeras instituciones de  Valverde, fueron testimonios de gratitud de una patria que  valoró, en vida, su  abnegación.

Fue una estudiosa de nuestro idioma e historia, declamaba con una  dicción y memoria que  cautivaba a quienes la escuchaban  mientras lucía su  esbelta figura que ni el paso de los años  pudieron doblar.

Conversar con ella en el  kiosco de su jardín, donde tantas peñas  se realizaron, era un bálsamo que enaltecía el alma y nos ungía con las frescas aguas del manantial de  sapiencia  que prodigaba con humildad.

El Ayuntamiento de Mao declaró tres días de duelo en su honor; sus hijas, y el Comité de Historia, fundado por ella, junto a otros notables maeños, se encargaron de sus honras fúnebres que culminaron el pasado viernes.

Loor maestra ilustre, vivirás por siempre en nuestros  corazones y tu ejemplo de dignidad, laboriosidad, honradez, rectitud y patriotismo, servirá de guía a quienes recibimos tus enseñanzas, y a nuestras futuras generaciones!

  

Publicaciones Relacionadas

Más leídas