Qué ninguna familia comience en cualquier de repente
que ninguna familia se acabe por falta de amor
la pareja sea uno y el otro de cuerpo y de mente
y que nada en el mundo separe un hogar soñador.
Que ninguna familia se albergue debajo del puente
y que nadie interfiera en la vida y en la paz de los dos
y que nadie los haga vivir sin ningún horizonte
y que puedan vivir sin temer lo que venga después.
La familia comience sabiendo ¿por qué? y ¿a dónde va?
y que el hombre retrate la gracia de ser un papá
la mujer sea cielo ternura afecto y calor
y los hijos conozcan la fuerza que tiene el amor.
¡Bendecid Oh, Señor la familia amen!
¡Bendecid Oh, Señor, la mía también!
(bis)
Qué marido y mujer tengan fuerza de amar sin medida
y nadie se vaya a dormir sin buscar el perdón
en la cuna los niños aprendan el don de la vida
la familia celebre el milagro del beso y del pan.
Qué marido y mujer de rodillas, contemplen sus hijos
y por ellos encuentren la fuerza de continuar
y que en su firmamento la estrella que tenga más brillo
pueda ser la esperanza de paz y certeza de amar.
La familia comience sabiendo ¿por qué? y a ¿dónde va?
y que el hombre retrate la gracia de ser un papá
la mujer sea cielo, ternura, afecto y calor
y los hijos conozcan la fuerza que tiene el amor.
¡Bendecid oh señor
Autor: Padre E. Zezinho