En este 2020 se conmemora un centenario propicio para re-construir las vidas de muchas hermanas nuestras desde el enfoque de la «historia de ellas» propuesta por la historiadora franco-estadounidense Joan Wallach Scott, agregando los recursos metodológicos proporcionados por la «historia de las otras» conceptualizada (en investigación?acción) por la investigadora sénior de género dominicana Ylonka Nacidit-Perdomo; específicamente, la búsqueda de archivos que permitan legitimizar, validar y visibilizar las agencias de nuestras pioneras en la acción política.
«Ellas», que significan «las otras» a raíz de la ocultación inducida de sus aportes en los ámbitos públicos para la construcción de la nación, se constituyeron desde el15 de marzo de 1920 en la Junta Patriótica de Damas con el propósito de subvertir el «orden» impuesto por las tropas estadounidenses al contribuir, sostener e impulsar la Comisión Nacionalista con acciones cívicas, sociales y económicas.
Conscientes plenamente de su activismo político, «ellas» respondieron al grito de liberación que el 24 de enero de 1920 hace Abigail Mejía, y el cual alcanzó el primer siglo de pronunciamiento: « ¡Ya es hora de poner fin al cautiverio!», hilvanando la primera red de mujeres activistas que hasta 1922 tuvo agencias en los espacios públicos en los que la presencia de «ellas» políticamente estaba vetada: las plazas, las calles; sin temor a los fusiles ni a las difamaciones.
En Rosa de Noel Henríquez, Mercedes Laura Aguiar, Pilar Constanzo, Floripez Mieses viuda Carbonell, Luisa Ozema Pellerano de Henríquez, Adela Mateo Lebrón, Petronila Angélica Gómez Brea y Ercilia Pepín, y en «las otras» que tenemos el deber moral de re-construir sus vidas, experiencias y saberes, tienen las dominicanas sus referentes para alcanzar el auto-posicionamiento cívico y político, génesis y garantía de ser ciudadanas plenas, féminas libres.
«Ellas» fundan en cada rincón del país Juntas con la finalidad de desarrollar acciones políticas que hasta el presente se tratan de invisibilizar, tales como vender sus joyas para pagar las fianzas a periodistas apresados por el autocrático gobierno intervencionista; también, desde el affidamento crean la Sociedad Patriótica «Rosa Duarte», hermana del patricio Juan Pablo Duarte, y son «Ellas» quienes conmemoran su centenario en 1920. Además, al organizar kermesse, tardes de té, venta de obras, veladas de piano –agencias que para la historia oficialista parecen cursis les-, recaudan RD$15,000, los cuales entregan a la Comisión Nacionalista para la continuidad y sostén del rescate de la soberanía nacional.
Del activismo originario de las mujeres dominicanas, en este centenario, es de justicia hacer memoria de la transparencia con la cual realizaron la recaudación y distribución de fondos. En el Archivo General de la Nación se resguarda el libro de cuentas que «Ellas» publicaron en 1922con las entradas, donaciones y egresos. Documento que se convierte en poderosa demostración de los alcances de este movimiento de mujeres y, cuya lectura es la primera evidencia de que late la «historia de las otras».