“Somos lo que comemos”, así reza un dicho. Por eso la clave  para paliar  la osteoporosis es la prevención a base de una dieta equilibrada  de calcio y vitamina  D. La osteoporosis es una enfermedad hereditaria que afecta principalmente a las mujeres después de los 45 años, aunque también puede  aparecer en hombres y en mujeres jóvenes, y en especial aquellas que se encuentran en la etapa de la menopausia.

A pesar de que esta enfermedad es hereditaria,  los especialistas aseguran que el ejercicio y en especial una dieta balanceada pueden marcar la diferencia en el diagnóstico.

La  osteoporosis está ligada a la perdida de estrógeno en la mujer, por eso se debe acudir al médico en caso de fracturas constantes en la cadera, cerviz o en las muñecas.

Alimentos ricos en calcio y la vitamina D deben reinar en el menú de las personas que padecen esta enfermedad, y como es conocido, estos nutrientes se encuentran principalmente en los lácteos como los yogures, la  leche y el queso.

Además, se debe consumir  avena,  legumbres, y cereales, fuentes  esenciales para el fortalecimiento de los huesos. 

El  pescado, rico en omega 3; las  hortalizas verdes, como el brócoli y la espinaca, almendras y los higos, harán  la receta perfecta para combatir esta temible enfermedad.

Se recomienda no cocer mucho los alimentos para que no pierdan los nutrientes. 

¿Cuáles no?
Así como hay alimentos que previenen, otros aceleran la descalcificación del organismo provocando una osteoporosis prematura. Sustancias como el café y  refrescos de cola; y por supuesto, como para  otras tantas cosas, el tabaco es materia prohibida. De igual modo la delgadez excesiva y  la obesidad actúan como factores de riesgo a la hora de que se desarrolle esta dolencia, con lo que encontrarse en el peso ideal supone un seguro frente a ella.