¡A correr, fanáticos!

¡A correr, fanáticos!

Teófilo Quico Tabar

Los partidos y agrupaciones políticas tienen miles de personas que aspiran a cargos electivos con miras a las próximas elecciones. Especialmente a los cargos congresuales y municipales. Porque como la presidencia es solo una, los aspirantes se pueden contar con los dedos de las manos.
Pero para los demás cargos, no solo hay una persona aspirando, sino varias para la misma posición. En las mismas provincias y en los mismos municipios, localidades o demarcaciones. Esa situación, además de dinamizar a las organizaciones, les da vida, sobre todo a las que solo se preparan para los eventos electorales cada cuatro años. Que no son pocas.
Esas aspiraciones dentro de los partidos, van creando listas y filas. Listas porque deben inscribirse en los partidos, y además porque los partidos tienen que entregarle esos listados detallados a la Junta Central Electoral. Pero esos aspirantes, una vez en las listas, forzados por las circunstancias o buscando sus espacios, van formando filas. Porque no todos pueden pasar al mismo tiempo por las puertas de entradas y salidas.
Y en la medida en que se acercan los plazos fatales para cumplir con los requisitos establecidos en las leyes para las inscripciones, mayores serán los movimientos. Más ajetreos se producirán. Tanto para colocarse en las filas, como para asegurarse de que figurarán en las listas. Porque no todos los que se colocan en las filas tienen garantías de que estarán en las listas.
Muchos dirigentes y militantes dentro de las agrupaciones denominadas minoritarias o emergentes, e incluso dentro de los partidos que, sin tener grandes masas o militancias forman parte de los denominados mayoritarios, han mantenido sus esperanzas en función de las posibilidades de que sus máximos dirigentes logren hacer alianzas con los dos verdaderamente mayoritarios, PLD y PRM. Porque entre ellos no ha sido posible, hasta ahora, concertar o formalizar acuerdos que los proyecten con posibilidades de garantizar por si solos algunas posiciones electivas.
Hasta hace unos días, muchos se encontraban dubitativos. No tenían certeza del camino a tomar. Esperando señales de por donde se moverían los vientos. Aguardando definiciones. Sobre todo con relación al partido de gobierno.
Pero luego del discurso del presidente Danilo Medina, del que lo que más se resalta es su decisión de no presentarse como candidato en las elecciones del 2020, de alguna manera ha aumentado la incertidumbre. Las interpretaciones o lecturas a dicha alocución son múltiples o ilimitadas. Tanto en la militancia peledeísta, como en filas opositoras. Y sobre todo, entre los aliados consuetudinarios de unos y otros.
Algunos políticos y analistas son dados a decir que en política no hay nada escrito como si se tratara de un axioma. Pero no es así. Muy por el contrario. En política todo está escrito. Lo que varían son las interpretaciones o las lecturas que cada quien quiera darle. Unos con tendencia a acomodarlas a sus conveniencias, otros con negativismo, y algunos cargados de pesadumbre. Mientras tanto, en los partidos se agudizará la lucha entre quienes quieren estar en las filas y en las listas. ¡A correr fanáticos!

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