La piel aún dentro del hogar hay que cuidarla, con mucha hidratación, protección solar, aunque no se vaya a coger sol, humectante… Sin embargo, si es de los que estuvo expuesto muchas horas al sol durante este asueto de Semana Santa que recién concluye, es importante que dé un cuidado especial a su piel.
Es sabido que el sol, además de maltratar la piel, produciendo enrojecimientos, deshidratación, igual podría ser un factor para producir cáncer del piel. De ahí la importancia de protegerse antes, durante y después de exponerse a este.
Para evitar las afecciones que podrían causar la sal y el cloro después de una exposición de muchas horas es, que puede alterar el PH de la piel, lo primero que hay que hacer es hidratarla bien, tanto con productos extenos como a través de la alimentación.
El cloro y la sal provocan irritación, hinchazón, enrojecimiento, dermatitis… por lo que cuidarse de ellos es fundamental.
Es esencial la hidratación, mediante el consumo de entre 1.5 y 2.5 litros de agua diariamente.
Esto contribuye a eliminar las toxinas después de la exposición solar.
Además de agua, los zumos naturales verdes, infusiones frías, sopas frías, verduras deben ser incluidas en la alimentación pos exposición al sol.
Asimismo, una buena manera de contrarrestar los efectos de la exposición al sol es prepararse mascarillas ricas en vitamina C ya que tiene propiedades iluminadoras, evita la formación de radicales libres, aclara, unifica el color de la piel y aporta colágeno.
Es de suma importancia también el ritual de limpieza y, por supuesto, la humectación.